lunes, 24 de septiembre de 2018

De lagos y montañas o la nada.

Hay lugares que convertimos en telúricos  o quizá ya lo son. Sitios donde te gustaría perderte o diluirte.
Seguro que habéis experimentado el adelanto ante situaciones de extrema tensión que luego se quedan en humo, pero como tú no te has deshecho de la adrenalina, ahí estás con una ansiedad de mil demonios, inmovilizado incluso para relajarte, o hacer nada excepto esperar que el humo se disipe.
El lago y la montaña de San Manuel Bueno Mártir se hacen presentes mientras te debates entre ahogarte o escalar. Pero no haces nada.
Esperas, ese mal que se quedó en el fondo del ánfora. La esperanza, es lo último que quedó en la caja.
Pero podréis entender que no es ese mi fuerte, así que me he puesto a ordenar la cocina y a "aparcar" platos mientras pasaba la tormenta entre el lago y la montaña. Y no se ha pasado.
Así que difusor, sofá en rinconcito silencioso y a escribir. Hacer aquello que nos hace felices no disminuye  la ansiedad y menos si tu hijo tiene exámen de música con una canción cuyo título empieza por  Epitafio... ¿Te hace gracia? A mí no, ni con café... Pero pronto serán las 10 y el silencio embargará mi espíritu llevándolo hacia remansos de paz como este jardín detrás del castelo en Milán . Felices noches después de haciagas tardes.



lunes, 17 de septiembre de 2018

Emponderamiento hygge

Empoderar es la palabra de moda. Delante de las adversidades como la crisis, el maltrato, los abusos, ser capaz de construir un futuro de superación y lucha nos empodera.  Se utiliza con los grupos minoritarios y con los desfavorecidos. Está gastándose hasta el desuso con la mujer. Si pertenece a países "desarrollados" ni es minoría ni está desfavorecida. Y si pertenece a países emergentes o en vías de globalizarse no somos el mejor modelo. Sinceramente, no me siento muy identificada en como algunas mujeres presuponen que  debemos "empoderarnos". Más me gustaría que fuésemos capaces de educar para que nadie tuviera que hacer nada especial para ser tratado igual a los demás, y que la "equidad" y no la igualdad sustituyese al empoderamiento.

Volviendo sobre la reflexión, podría considererarse el paso posterior a una exitosa resiliencia. Ser capaz de resistir a las adversidades y salir fortalecido. Puede que hasta el ikigai lo tuviese en valor. 

Pero el empoderamiento no es hygge, si algo nos situa "por encima de" , se crea una tensión de poderes, envidias y actitudes que no tienen mucho que ver con el flow hygge.

Devolver las patadas que dan los demás no me empodera, creo que el mundo es circular y las patadas vuelven a su origen. Las que da la vida son más difíciles de encajar, y ahí entra la sabiduría popular sobre la fortaleza, el apego, la fe, cada cual según sus creencias.

Me empodera, siguiendo el hygge, una casa ordenada y limpia (ponte a ello si acabas de llegar de vacaciones-un mix de decluttear, flylady y Kondo, día soleado y fresco, unas flores en maceta (que no cortadas) en la entrada, la gata jugueteando en el porche. Y, por supuesto, té y galletas para la sobremesa. Emponderamiento hygge.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Estuvimos allí: Museo Chopin

Aprovechando las últimas horas decidimos visitar el museo Chopin en Varsovia. No sabíamos, tenedlo en cuenta si decidís visitarlo, que venden 70 entradas por hora y si se acaban a las tres, ya no venden más. Además, el domingo la entrada es gratis. Intentamos infructuosamente asomar la nariz, y fue lo único porque a dos metros de la puerta estaba la chica que controlaba la entrada... Además no había tienda de souvenirs.

Pero nuestra decepción no era nada comparada con la de la joven japonesa que había llegado tarde y que emitió un lamento entre doloroso e incrédulo. Una vez fuera se dejó caer en un banco para coger aire. Y entonces yo me monté la película de que era una pianista. ¿Cómo explicaba a sus padres que no había entrado?

Fuera ya del museo y las historias pudimos ver uno de los famosos bancos musicales que están en los sitios relacionados con el personajes, no fue el único... Pero eso es otra historia.

Preparamos café Lavazza que trae recuerdos de la cafetería más conocida de Turín y un piano-bombón de Varsovia. Una hygge tarde de domingo con recuerdos recientes de una ciudad que se apresura por borrar años grises de arquitectura socialista para dejar paso a bloques de cristal no mucho mejores-pero es el futuro-, mientras reconstruye, nostálgica, el centro de un pasado que queda en cuadros y fotografías. 


lunes, 3 de septiembre de 2018

Hygge reflexiones o el quinto paso


Cuando me plantee la importancia de reflexionar, no era consciente de la repercusión que iba a tener entre los no seguidores, pero con influencia. Lamentablemente, ahí paró la cosa, porque la mayoría hace deporte y no caminan, corren. Entiendo que si vives de esto necesitas llenar de contenido tus meses, como los comerciantes el escaparate, y aunque hay cursos de escaparatismo, no los hay de contenidos. 

Si, además, corres oyendo un podcast, oyendo la radio o haciendo algo te pierdes tu entorno y los intereses de tu alrededor. Esto es aplicable a cualquier emprendeduría. Reflexiona, camina-no corras, no tienes que estar quieto si hay quietud en tu interior.  Sopesaremos mejor lo que hemos aprendido para estar preparados ante imprevistos. No hay que confundir reflexión con preocupación, anticiparse a las situaciones no puede ser saltar sobre el agua antes de llegar al arrollo, sino buscar el puente. 

Volvemos de las vacaciones con nuevas expectativas, nuevos objetivos y nuevas ilusiones, diferentes de los propósitos del año nuevo. Hay que deshacerse de lo que no utilizamos, no necesitamos o no nos da felicidad, en definitiva simplificar todo el proceso de incorporación. Yo  me he agenciado una miniagenda y un bullet journal. Espero que algún día sean uno, pero de momento no me veo con ánimo de hacer esas preciosidades tan motivadoras semanalmente, lo intenté, pero la constancia no es mi fuerte y después de mucho reflexionar ha quedado por separado. 

Y después de un verano poniendo todo en su sitio, para crear un entorno armonioso, confortable y fácil de manejar cuando ya no tienes todo el día para mimar los detalles, hay que continuar la rutina de mantenimiento, que va fija en la agenda. 

No podré tener velas encendidas porque con una gatita dentro no es prudente, pero el ronroneo también forma parte de ese hygge momento. Las hamacas limpias, el suelo barrido, flores en la mesa, conversaciones en voz baja bajo las estrellas, ahora que las noches son más frescas... y mañanas enérgicas para empezar. Han pasado muchas cosas y muchas nuevas pasarán. 
' Camina mirando a tu alrededor, 
el mundo también se mueve.'