lunes, 25 de febrero de 2019

Un poco más de hygge, por favor.

Andamos por la superficie de un universo lleno de artificio, sin solidez y siempre buscando soluciones fáciles. 

Pero ¿qué pasaría si nos detuviésemos en lo profundo? En San Juan de la Peña hay dos templos. Uno que ha quedado a plena luz, donde todo es identificable pero aún inexplicable y luego en la oscuridad está el salón oscuro que da paso a la capilla primitiva. Allí todo tiene sentido aunque no sea fácilmente reconocible.

El manantial interior se asoma por la luz junto a la capilla de los templarios, pero vuelve a la oscuridad cursando como útero y desvelando todos los enigmas.

Así es el hygge. A la luz busca la simplicidad pero se manifiesta mejor cuando aparece la oscuridad. La llama, el silencio, la paz interior que sabe cumplido el trabajo y no envidia la vida del vecino, que se alimenta del calor de la manta y de una bebida caliente. El hygge permite disfrutar del ser, del estar, de la lectura, del "cafuné". Todavía podemos disfrutar del invierno. 



lunes, 18 de febrero de 2019

Ejercicio de mindfulness : La profesión

Tener conciencia plena de nuestra respiración  del ejercicio que hacemos, del agua que bebemos, de los alimentos que ingerimos... Nos hace plantearnos cómo vivimos, que hacemos para vivir y si nos da satisfacción.

Después de muchos años realizando la misma tarea en la misma empresa puede aparecer el cansancio, el aburrimiento, lo que en algún momento se dio en llamar sindrome de "burnout".

El mindfulness debería llevarte del silencio a las preguntas. ¿Qué querías hacer ? Por qué empezaste a trabajar en lo que trabajas? ¿Qué es lo que más te gusta de lo que haces y lo que menos? ¿Es evitable lo que no te gusta? ¿Qué debes hacer? ¿Te puede  ayudar eñ mindfulness?  Si no estás donde querías y no te gusta lo que haces,  ¿qué te impide cambiar la situación, inseguridad económica, emocional, miedo a lo desconocido?

Todos tenemos esa mañana en la que nos gustaría quedarnos un poco más disfrutando del edredón y más tardes de calcetines, manta, té y chimenea. Pero hasta demasiado de esto nos acabaría aburriendo. Así que mañana llevate un poco de tu hygge al trabajo y empieza a cambiar lo que no te gusta o te gusta menos. También eso es salir de tu zona de confort. Tal vez no sea necesario hacer saltos cuánticos que conmocionen todo tu entorno. Introducir algo que complemente aquello que te gusta sin exigirte más de lo que puedes hacer es un plus en tu vida de calidad que revierte en tu entorno. 

Con el post de hoy quiero mandar un abrazo a una persona "molt maca" que ha decidido dar un giro a su vida pero que no le da la vida para tanto. Ahora está en un momento de 'distracción' del que espero que salga pronto porque la echamos de menos. Ha encontrado su espacio en You Tube, y le ha dado alas para volar, pero si cumplir era tan complicado con un trabajo, con dos se ha desbordado. Ánimo y mucho hygge. 

martes, 12 de febrero de 2019

Permacultura Educativa


Hace unos años, viendo los primeros documentales de You Tube sobre experiencias de cultivo ecológico  sostenible, dimos con un anciano japonés Masanobu Fukuoka, que resultó ser un biólogo con el objetivo de repoblar zonas devastadas, con un procedimiento mínimamente intervencionista .

 Su concepción de recuperación de la naturaleza parecía tan lógica que seguimos profundizando.

Inspiró el movimiento de permacultura, acuñado por Bill Mollison y David Holmgen allá por el 78,  o la filosofía de trabajar con y no en contra de la naturaleza de observación prolongada y reflexiva en lugar de labores prolongadas e inconscientes; de entender a las plantas y los animales en todas sus funciones en lugar de tratar a las áreas como sistemas monoproductivos.


Por cuestiones ecológicas se aplicó a la naturaleza, pero con el tiempo, ha ido convirtiéndose en una forma de vida, incluso en nuestro entorno. Os invito a ver un documental de una experiencia de este tipo en Tarragona.

Pero también observamos que la educación se está impregnando de esta filosofía y la educación activa va hacia la mínima intervención, la observación, el fomento de la curiosidad y tratando de entender al niño en su proceso evolutivo. Aunque cuando los alumnos llegan a primaria vuelven a la "culturización" tradicional con pequeños intentos de innovación pedagógica. 

Kaizen, paso a paso, poco a poco y siempre hacia adelante. Así que vamos hacia delante. E inaguramos así un ciclo de permacultura educativa. ¿Hygge? ¿Hay algo que produzca mayor bienestar que saber que hacemos las cosas obedeciendo a la lógica y al bien común y no a la ordenación sistemática? ¿De qué me sirven los cubiertos bien ordenados en el váter? 


lunes, 4 de febrero de 2019

Poniendo en orden las emociones.

A veces es más fácil reducir el ruido exterior que el interior. Podemos llegar a creer que una casa ordenada va a darnos bienestar,  hasta ahí la influencia de los gurús del orden y la limpieza. La realidad es más enrevesada de lo que parece. Juzga con tus propias experiencias.

Después de trastear un año con el armario de la ropa- nada de un día -he conseguido reducir la acumulación deshaciéndome de la ropa, que pasado un mes, no me pongo, porque se ha deteriorado o me cae o me aprieta. Y si no es por ninguna de estas tres razones la pliego en un cajón al estilo Marie Kondo.

Así va creándose el armario cápsula que me gusta y me hace sentir bien y cuando mejor me siento por dentro más simplifico por fuera, y cuando menos tengo, menos me cuesta tenerlo ordenado, y entonces me siento mejor y he llegado al objetivo de vestirme por completo y cada vez gasto menos "ropa de estar por casa" porque la que me sirve para ir por la calle es la misma con la que me siento cómoda.

Pero con todo lo màs importante es la actitud. Mi destreza a la hora de ordenar a aumentado, el esfuerzo está siendo significativo, pero lo que está multiplicando es la actitud. No es fácil, ni se le dedica poco tiempo, pero cuando te mentalizas  de que el objetivo es lo que cuenta ya estás preparado para crear el hábito, eso entra dentro del campo de las emociones. Emociones que con nuestro carácter mediterráneo, están muy a flor de piel y tremendamente desordenadas.

Guardamos en el armario el pasado en forma de ira, el presente en forma de envidia y el futuro en forma de miedos. Hay que proceder igual. Ponernos delante del armario e ir tomando una a una las distintas prendas. Si las sacamos todas podemos ocasionar una gran distorsión  en las dimensiones espacio-tiempo. Si nos hace feliz la volvemos a colgar y si no nos sentamos a reflexionar qué la trajo, cómo llegó ahí y si merece la pena dejarla o nos deshacemos de ella. ¿Cómo? Lo primero, no es fácil y necesita tiempo y resiliencia. Es lo que vulgarmente se conoce como meditar.

Llevo desde el lunes de la semana pasada decidiendo voluntariamente sacar el enfado gratuito del armario y hasta el miércoles no lo conseguí. Luego el viernes, una influencer a la que sigo le da por el mismo tema. Y yo me pregunto siempre, por qué. Así que ahora que llevo varios días sin enfadarme airadamente, que no es lo mismo que expresar lo que te incomoda, me voy dando cuenta de lo inútil que es. Afortunadamente no acumulo envidia, el color nunca me ha favorecido, pienso que se debe a que carezco de ambición, y miedos poco a poco los iremos sacudiendo, sin embargo, algunos deberemos conservarlos, aunque no nos hagan felices, por sentido común, ese que le falta a los almendros que florecen antes de tiempo.

Me había propuesto ordenar durante este año, papeles y demás, y mes por mes contar la experiencia. En marzo veremos que hemos hecho con febrero. Mucho hygge mientras, mientras siga siendo invierno.