sábado, 6 de julio de 2019

Nankurunaisa

Estando de vacaciones pensaba en "vacacionar " el blog pero me he dado de bruces con esta palabra japonesa que es  toda una filosofía de vida y he decidido añadirla a mi bullet journal, porque resume la motivación que ha contribuido a que acabe el curso conservando el sentido común.

El tiempo lo arregla todo, Nankurunaisa. Muchas veces nos han dicho que no saltemos antes de llegar al puente, los esfuerzos innecesarios antes de tiempo agotan, queman, frustan, desesperan... Hay que esforzarse cuando llega el momento, y mientras mantener el tono. Pero algunas veces cuando dejas pasar un poco de tiempo, las cosas se resuelven por si solas.

Cuando alguien te ha ofendido o agredido la primera respuesta puede ser devolver e Incluso incrementar la ofensa o golpear para devolver una agresión con mayor intensidad. La ira y la adrenalina incrementan la reacción y tienden a aumentarla.

De la misma forma un acto de cariño puede generar respuestas exageradas o ser malinterpretadas hasta ponernos en evidencia. 

La no acción  en ese momento, da tiempo a nuestras hormonas humanas ha racionalizar las situaciones, a tratar de buscar lo que ha movido esas acciones primariaa y a no contestarlas de la misma forma. 

Soy consciente que hay muchas situaciones en las que dejar pasar el tiempo pone en peligro nuestra  vida o la de la que nos rodea, pero ahí es cuando hay que saltar el puente. Si no hay riesgo, ver las cosas en frío.

Pero también afecta a los momemtos de duelo, de pérdida, de desamor o desencuentro. El tiempo da razones que el corazón, en el momento de sufrimiento, no entendía.

Así que hamaca, toalla y refresquito mientras, sin perder de vista el problema, lo dejamos enfriar mientras pensamos la mejor forma de solucionarlo y, quién sabe, lo mismo se soluciona antes de que intervengamos. Nankurunaisa.

lunes, 1 de julio de 2019

La diferencia la marca el hygge.

Cuando ya han pasado dos años y medio de recoger propuestas para vivir desde una perspectiva hygge, reflexionamos para ver que nos ha aportado.

Lo primero es no llegar al periodo vacacional con ansia. Hemos ido dándole vacaciones a cada día, conciliando el trabjo intenso con esos chocos frente a la chimenea, leyendo y releyendo con asiduidad. Convirtiendo las tareas diarias en periodos rutinarios de medias horas con momentos creativos intermedios. 

Sin miedo a comenzar nuevos proyectos y a dejar otros que económicamente son más interesantes, pero que extremece el ikigai. No todo se limita al dinero, aunque en el deseo de todos está que no falte.

Cuando se encuentra placer en trabajar, ofrecer una alternativa es insultante,  pero cuando son otras cosas las que proporcionan ese espacio de crecimiento personal, dedicar más tiempo al trabajo que el necesario no habla bien de la persona que tienes delante, o al menos así lo creen los nórdicos. Pasear, hacer deporte, aprender, leer, conversar... son prácticas hygge que están acomodándose paulatinamente en el día a día y por tanto las vacaciones son más tiempo para el hygge y para esas tareas domésticas que necesitan un poco más de esfuerzo. 

Así que vamos a probar algo diferente, "vacacionamos" en este blog y vamos a por un proyecto nuevo. Lykkelige helligdage.