Aquí de nuevo con una experiencia hygge de paso de verano a invierno sin otoño. Ha sido sorprendente ver como mi estación favorita ha quedado un poco deslucida por el frio excesivo. Así que el paso al guardarropa de invierno ha sido acelerada. Menos mal que Marie Kondo ya se había empezado a instalar. Finalmente he conseguido convencer a todos de cómo puede llegar a cambiar el día a día.
Vamos reduciendo, observando, reflexionando y aprendiendo.
Cuando todo es más simple hay espacio para distinguir lo realmente importante, apreciar los dibujos de una taza, la portada de un libro, el tejido de tu mantita favorita. Poco a poco sabes que hay un sitio para cada cosa y cada cosa está en su sitio.
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