A medio camino entre el mindfulness y el hoponomono, hay que dar las gracias por haber recibido, disfrutado o haber sido capaz de disfrutar un hygge momento.
Pero para poder agradecer, hay que ser consciente de que ese momento se ha vivido.
Posiblemente estemos acostumbrados a dar las gracias por haber sido recibidos. Es un agradecimiento superficial de algo material. Pero cuando expresamos que la comida ha sido hygge, estamos buceando en nuestras emociones, de lo a gusto que hemos estado, de lo que hemos disfrutado.
Así que ahora cuando te inviten a alguna reunión, cena o visites a alguien, si te ha hecho sentir bien EXPRÉSALO en voz alta. Y hoy es una buena noche, para empezar.
Este post es corto pero hoy es noche de compartir las estrellas, de cumplir con tradiciones o de empezar a crearlas. Hoy pones tú la foto.
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