Vivimos Hygge
Hygge es una palabra danesa que está relacionada con el confort, la sensación de bienestar, los momentos agradables, en definitva todo aquello que nos hace sentir bien y crea un entorno que propicia la sensación de felicidad.
lunes, 16 de octubre de 2023
Mañana también será pasado.
lunes, 9 de octubre de 2023
Mi hygge.
Aunque el momento es trágico para entonar cantos egocéntricos con guerras, pandemias, calentamiento global y las fuerzas de la naturaleza sacudiendo nuestro epicentro.
¿Dónde queda la manta, los calcetines, la chimenea, el sofá y el tazón? En Dinamarca espero, porque en el Mediterráneo buscamos todavía el fresco de una terraza. Y poco hay de cozy aunque como hacen los daneses, cuando sale el sol, hay que buscar una hamaca y a disfrutar. Así que mañana pondré mi hamaca al sol y disfrutaré del otro hygge sin proyectarme y prometo no pensar en el frío. Seguro que ya llegará.
Mientras, volvemos a buscar la técnica de organización perfecta, los nuevos paradigmas educativos, la mejor taza y el proyecto más zen, sin olvidarnos de quejarnos y exigir el derecho a la pataleta.
Así que me quedo por aquí ensiMIsmada, conMIgo MIsma hasta que reponga Mi hygge para todos desde La Barcaccia del Alghero..
jueves, 27 de abril de 2023
Déjà vu.
Y lo que tememos lo contrarrestamos con actitudes de retroceso en vez de contemplar las ventajas. Me enorgullece haber liderado ese cambio hacia el futuro y haber estado presente en la compra del primer ordenador al que luego siguieron muchos y los mismos que se preguntaban cómo tendrían que plantear los trabajos para que no copiaran y pegaran no podrían vivir sin el diabólico aparto.
Ahora son las IA. Más lápiz, libreta, ¿Qué aprenderán?.., ¿temor?. Esto no es una moda pasajera y viene para quedarse. Si la pandemia no ha conseguido cambiar el paradigma de aprendizaje, quizá ahora las IA nos obliguen a revisar un patrón que se queda obsoleto por momentos.
Para un cambio hygge, aprende a utilizarlo, piérdele el miedo, mide sus límites y pídele a ellos, los alumnos, que lo utilicen y que mejoren el resultado. Crea alumnos inconformistas y que no les pase lo mismo que a los protagonistas de la Quest, aquellos caballeros en busca del Grial que volvieron sin él porque no supieron hacer la pregunta correcta.
El fracaso no será que no aprendan sino que no seamos capaces de enseñarles a aprender, que no seamos capaces de provocar su curiosidad y que no les mostremos el camino de aprender a hacer las preguntas correctas.
Y mientras seguimos aprendiendo.
martes, 17 de enero de 2023
Momento de volver a recuperar el hygge.
jueves, 10 de febrero de 2022
Somos invitados y nos hemos quedado más de tres días...
Cuando el hombre creyó haber conquistado la tierra y empezó a pensar en la luna, la tierra le demostró lo frágil que es, lo poco necesario que resulta y casi que es un estorbo.
No somos los dueños, más bien los invitados que venían a pasar unos días y a los que casi hay que pedirles permiso. Y digo casi porque la naturaleza pasa de nosotros cuando hace temblar el suelo bajo nuestros pies.
Y lo peor es que nuestras sibaritas costumbres de más lejos, más raro nos llevan a costumbres como comer langosta o murciélago. A veces las condiciones de manipulación son salubles pero cuando rozan llo insaluble detonan pandemias que nos meten a todos las cabras en el corral. Después de dos años de incertidumbre siguen existiendo las mismas supersticiones y las mismas costumbres.
Además, por si la naturaleza por si sola no fuese suficientemente eficiente, le ha demostrado a los que gobiernan lo que pasaría en caso de una guerra biológica. Lejos de llevarse las manos a la cara horrorizados, se las frotan porque pueden controlarnos.
El virus pasará pero el miedo ha venido a quedarse. La incertidumbre se convierte en un ladrillo estresante que tendremos que combatir con resiliencia.
Dormir con los ojos abiertos.
Hay ocasiones en que esta cualidad, don, habilidad, (llámese como quiera) de dormir con los ojos abiertos es lo que le pediría al genio de la lámpara. Esas reuniones tediosas, esas charlas infructuosas, los cursillos después de una jornada interminable... Poder manifestar una atenció inquebrantable mientras abrazas a Morfeo.
Abandonar el mundo consciente para sumergirse en un mar de inconsciencia, tal vez una playa en Malibu, un paseo a pie por Les Champs-Elysées, un paseo en bici por los alrededores de la Sirenita danesa, una ceremonia de Té en Japón ... Cualquier cosa mientras tus ojos se abren ante la aburrida promesa de contenido superfluo, pérdidas de tiempo sistemáticas...
Mientras la lámpara siga en la cueva de Alí Babá, seguiremos jugando a entretener el cerebro, poniendo cara de póker, o de idiota... Cada uno según sus habilidades o según la providencia nos tenga reservado.
Pero si duermo con los ojos cerrados que no me pillen... Y si me pillan... Estaba meditando... Y si ronco... Estaba en grado de meditación profundo.
Hoy café, doble.
domingo, 2 de enero de 2022
¿Cuál es tu pasión?
Se recomienda en estos casos formarse fuera del campo de trabajo, aprender cosas nuevas, salir de la zona de confort. Pero porque un día nos lo pasemos pipa haciendo cerámica, no nos pasaríamos 8 horas moldeando barro.
Cuando tienes un trabajo de cadena de montaje la formación puede hacerte salir de la cadena pero no te asegura que vayas a estar mejor, ni que algo menos alienante vaya a darte más placer.
Entonces ¿qué hacer cuando piensas que el tiempo pasa y no estás haciendo nada importante con tu vida?
El problema no radica en tu trabajo sino en que te gustaría tener la vida de otra persona a la que conoces por media o por redes, pero solo ves lo que quiere que veas. Para tener esa vida deberías tener formación o una capacidad de trabajo que tú no tienes, o sí y es el momento de abrir las alas. Es muy cómodo trabajar 8 horas y cobrar las extras. Muchas de las personas que admiramos no han levantado paredes entre la noche y el día o hábil o no hábil. O la presión, responsabilidad o estrés que soportan no está a la altura de nuestras pulsaciones. Todo logro tiene un coste. Vale que la suerte también cuenta, pero te tiene que pillar trabajando.
¿Y qué opino yo? Yo me suelo repasar mi ikigai por si cambia algo. Ikigai, el hygge la japonesa Cómo encontrar nuestro ikigai Yo no tengo propósitos este año pero me tengo que reinventar, para no aburrirme, y formarme para ser menos desordenada y más productiva. Sigo queriendo paredes que separen casa, trabajo y ocio, aunque en las paredes hay puertas. Pero, sobre todo, necesito ventanas que me conecten con el exterior. Muy danés. Cuando estoy fuera miro dentro con anhelo y cuando estoy dentro espero el momento de salir. Y no me planteo si he hecho algo importante en mi vida porque soy de otro siglo, y la inmediatez es cosa de ahora. Serán otros los que lo valoren.
Yo soy importante para los que me quieren y los que no me quieren ni valoran, los que me critican y tratan de controlarme, lo hacen por envidia igual que se critica y sigues a la influencer de moda. ¿Creida? No, superviviente y hygge. Feliz año nuevo.
viernes, 31 de diciembre de 2021
Flow
Al final conseguí apuntarme a algo que no tuviera que ver con mi profesión y que fuera creativo. Y entonces llegó el fin del año y la revisión de objetivos, los propósitos y todas esas x&@ que nos vemos obligados a hacer...¿ O no?
sábado, 13 de noviembre de 2021
La creatividad programada.
Cuando empiezas en una profesión, y en esta es inevitable, hay que programarse para adquirir seguridad con los contenidos. Pero cuando te sabes el temario de memoria, se automatiza el programa y vas en piloto automático. Pero la creatividad tiene un ingrediente imprescindible que entra en conflicto con la programación, la espontaneidad.
Cuando te vas de viaje guiado sabes donde vas, donde toda la gente ha ido antes que tú. A menos que seas yo, que he ido a sitios que han ido muchos, pero a más que no ha ido nadie. Puede que no haya visto sitios emblemáticos pero ha merecido la pena perderse.
En la educación deberíamos poder hacer ese ejercicio de perdernos para poder descubrir cosas nuevas, porque llevamos demasiado tiempo andando detrás de otros e innovamos en la forma pero no en el fondo.
Hay una obsesión compulsiva por medir, lograr, evaluar, unificar. Medimos elefantes y hormigas con el mismo rasero mientras olvidamos que el verdadero objetivo de educar es dejar crecer descubriendo el entorno y que cada uno hace ese descubrimiento de modo distinto y en tiempos distintos. Queremos creativos de patentes, contenidos, negocios, pero deben crear en un momento dado y para algo concreto.¡Nos aclaramos !
Sin creativos tenemos muchas probabilidades de acabar comsumidos por una sociedad obsoleta. Así que debemos apresurarnos a tomar una decisión, queremos emprendedores, cambiemos la educación, pero no desde bajo, como siempre han dicho, sino desde arriba, porque si los objetivos no cambian las cosas seguirán igual.
lunes, 8 de noviembre de 2021
¡Qué os den hygge! o ¡ hygge para todos! .
Esos momentos que no están torcidos sino retorcidos a falta de una vuelta de tuerca más. Ese comentario contra el otro que te hace pensar si no hay espejos para que quien acusa a los demás vea sus propios actos. Ese tiempo que tiene dimensiones cuánticas o paralelas porque tienes que estar en dos sitios a la vez mientras tu cabeza peregrina por otros dos. Ese día de 'que se pare el mundo que yo me bajo' con subtítulos de 'es que te preocupas demasiado'. Llevo una brújula que señala todo menos el norte a fuerza de descargas estáticas y estéticas de esta que suscribe.
Y creo que es el momento de una píldora de keosdenato para frenar el PSP <pensar sin parar>, pero no, hay que hoponomonizar el mundo, dar las gracias, pedir perdón y decir te quiero.
Pero si doy las gracias por quererme bajar de esta temporada, y pedir perdón por lo que queda después desparramado, pocas o casi ninguna gana quedan de ir repartiendo 'abrazos de luz' en plan happy flower.
Ahora que se ha encendido la segunda chimenea del otoño, winter is coming. Pero no quiero tronos de hierro, ni poder, ni tesoros. Solo viajar, o sea ir, en una sola dirección, con un propósito en lo físico y en lo mental. Un poco de paz para crear. Un ciento por ciento de mindfulness al que agradecer seguir en marcha.
Ya he sacado mis jerséis de lana y he tirado la mitad por mentirosos, 'dicen bolas' y he lavado las mantas para el sofá, pero mi favorita, disputada entre mis vástagos, ha acabado en el hogar adoptivo del mayor como algo que le recuerda al hogar, sniff, sniff my manta de bolas, y aquí, sentada en el sofá que hay que cambiar, entre la ropa que hay que guardar, me pregunto si podré volver a poner el hygge en el hogar y calentar el ánimo.
Voy a por un té, si no se ha acabado, y a por pastas para endulzar lo que queda de día, mañana será, será...... Mi hygge, folovers, para vosotros que por aquí ni entra, ya me lo devolvéis cuando os venga bien.
lunes, 4 de octubre de 2021
De peligros, miedos y miserias.
Necesitamos cambios, y proyectos pero lo más importante era recoger fuerzas para soltar. He soltado lastre y he aprendido que, a veces, ganar un poco más sirve para gastar más en la salud, que pierdes cuando no tienes tiempo para tí.
Pero lo que me ha decidido a reiniciar este hilo es, que tras un año si visitar el sitio, los posts siguen leyéndose y desde lugares remotos. Nadie es profeta en su tierra.
Y por supuesto que había tema.
Anoche de camino a la ciudad, entre un tráfico denso y adelantando, el coche se paró. La pericia de mi DH y la percepción de peligro de los camioneros, fueron cruciales para que, aprovechando la inercia del coche, volviese a la derecha y entrase en una zona de descanso a la que no pudimos llegar porque estaba elevada. Parados, a oscuras, en medio de la carretera, fuimos conscientes de que alguien nos protegía.
En el panel de control habíamos leído, "Averia, vehículo parado en un kilómetro". Eso despertó el instinto de alerta. No había nadie parado en un kilómetro, bueno, ahora sí.
Hay situaciones que te ponen en contacto con tu fragilidad y te hacen querer aprovechar mejor los momentos, tanto buenos como malos. Porque el mindfulness te hace percibir lo que hay en cada adversidad, con intensidad. Te conecta con todas tus dimensiones y te hace ser agradecido.
Las pequeñas miserias se convierten en oportunidades y las zancadillas en afán de superación. Ayer hubiera dicho" El que contra tí conspire, delante de tí caerá," Isaias 54;15, al estilo Jacques de Molay y hoy solo kaizen y mucho, mucho hygge.
martes, 16 de febrero de 2021
Nuevos proyectos.
Durante y después del confinamiento, muchos influencers, you tubers y demás fauna de redes se ha quejado, y no sin motivo, de que ni los videos tienen las mismas visualizaciones ni parecen cautivar con la misma intensidad. Insta y tik han desbancado con su inmediatez a la audiencia. La publicidad intrínseca es continua y no hay que ir poniendo etiquetas, y el tiempo que pierdes en montar un video lo pasas haciendo stories que no necesitan tanto cuidado.
Lo hygge ya no está de moda, pero lo contrario tampoco. disfrutar de las pequeñas cosas se ha convertido en un día a día con el confinamiento. Lo minimalista, a fuerza de ser exigencia diaria, ya no seduce. Queremos más de todo, porque lo que teníamos, a fuerza de ser tan poco, nos aburrió. No pidas slow que ya vamos a paso tortuga, por favor.
Mari Kondo pasó de ser anhelada a ser la rutina. Yo misma encontré mi gorra comprada en una famosa sombrerería de Viena hace más de 20 años. Pocos cajones se habrán resistido al ataque de aburrimiento infinito.
El mundo está cambiando y necesitamos tiempo para ver hacia dónde. Será hacia atrás y volveremos a la sabana o nos aislaremos en nuestras celdas urbanitas. Sea como sea ha llegado el momento de reinventarse.
Así que ahora sí. Este blog llega a su fin. Nos vemos en otro proyecto, en breve.
lunes, 8 de febrero de 2021
Nos podamos, nos podemos.
El atardecer del sábado me pilló en el olivar, entre ramas podadas y un perfil cambiado del pueblo del que ya os hablaré.
Esta tarde tocaba poda y me planteé cómo podríamos hacer eso mismo nosotros con nuestros hábitos, ideas preconcevidas, rencores, lastres... Todo aquello que nos pesa y no nos deja dar fruto nuevo ni en abundancia. Ojo que a veces esas ramas nos hacen felices, pero necesitamos que alguien nos visualice sin ellas para darnos cuenta de que podemos estar mejor sin su carga emocional.
Podamos las ramas secas, nuestros aprendizajes viejos; las ramas que van hacia dentro, nuestros temores y los palos que salen rectos hacia el cielo, porque solo dan fruto en la punta y el aire lo tira, porque carece del refugio de las demás ramas. Dejamos alguna baja que sale por debajo de las principales por si acaso algún día nos reinventamos y tenemos que podar ramas principales de sustento.
La vida está en constante cambio, y si no ayudamos a que se produzca, si nos inmovilizamos, nos petrificamos, nos enamoramos de nuestra agreste maraña de pensamientos, perdemos de vista lo esencial y acabamos suponiendo un lastre para nuestra propia evolución y nos quebramos. No es malo, es otra forma de proceder, se llama autopoda pero tenemos que aceptar que si no nos entra la luz, si no dejamos espacio para la creatividad, no daremos todo nuestro rendimiento y llegaremos alto, pero vacíos.
La poda no asegura que seamos más productivos o que no nos rompamos, el tiempo y las circunstancias también influyen pero cuanto más ligeros nos pensamos, cuanto más renovados, tanto más preparados estamos para recomponernos.
Así de filosófica se puede estar si te podas el móvil, las tareas de casa, las lecturas, las películas, el sofá y sales a disfrutar un atardecer fresco, dedicándote a los demás, abrazando los árboles, dando apoyo al podador. Luego fuego en el hogar y una cena en casa, que de momento es lo único que nos dejan.