Pero si hace un trabajo que hacíamos las mujeres y ya no tenemos que hacer y a ella se suman el lavavajillas y la aspiradora, ¿Cómo vas a exigirle tiempos exactos si no tienes que pagarles nómina? Pero no queda aquí la reflexión. A alguien se le ha ocurrido medir el tiempo que un maestro pasa en el colegio, mientras en Europa evitan que el profesorado pase más tiempo del que tiene de presencial en el centro. (Seguimos siendo el norte de África) De igual modo no se contabilizan las correcciones, ni las evaluaciones, ni la preparación de las programaciones... Si haces latas de tomates, fichas y listo. Pero cualquier profesión que tiene como centro el ser humano o aquellas que son creativas, requieren un tiempo relativo. No me olvido de los emprendedores, ahí los días no tienen horas, son las horas las que tienen días.
Me siento como cualquiera de los animales de esa viñeta que pretende examinarlos a todos por la misma capacidad, la de subir al árbol. Está claro que solo el examinador es mono.
Menos mal que mi lavadora no es juzgada por un mono y yo no voy a controlar el tiempo. ¿Tengo la ropa limpia? Soy feliz.
Así que otro tronco a la chimenea y otro té calentito mientras el lavavajillas limpia los platos de la comida. Solo nos falta una máquina que empareje los calcetines. 🧐
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