Cualquier tipo de relación, ya sea de amistad, trabajo, amor, familia, no se puede considerar como tal si no existe un intercambio de experiencias que aporten crecimiento personal.
No es necesario compartir ideas filosóficas, ni yoga mate... Un café, un asiento de tren, un paseo, una cena, una película, una tostada...pero es importante hacer sentir al otro que es parte de ti, de tu vida y de tus momentos y, por qué no, de tus momentos hygge.
La escucha activa, el silencio, la palabra reconfortante, la crítica constructiva, el comentario afortunado...
Cuando conversas, parafraseas lo que oyes, a modo de resumen, y participas al otro de que realmente quieres entender lo que te dice. Un 'sé como te sientes' , un 'te entiendo' refleja tu estado emocional. Dar valor a lo que se escucha, sin trivializar o hacer bromas fáciles, y aunque no se esté de acuerdo en la actitud o argumentos empleados. Y cuando cualifiques, que claramente es lo que tú opinas, y no lo que opinan todos. También hay noes, no juzgues, no trates de solucionar el problema, no cuentes tú propia historia, no interrumpas, no des consejo si no te lo piden.
Una taza con hygge-aprecio y darás sentido al tiempo compartido.
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