domingo, 12 de agosto de 2018

Estuvimos allí: Castillo Sforzesco

Albergados cerca de la estación central  de Milán, y después de visitar Turín, decidimos pasar el último día en la ciudad y no ir a los lagos porque el día no acompañaba. Llovía, así que lo mejor era buscar un sitio a cubierto.

En la fortaleza  Sforzesco descubrimos un museo egipcio con momias, una colección de instrumentos y la Piedad Rondanini de Miguel Ángel, una de sus últimas obras, enigmática y según aseguran algunos, fruto de una crisis espiritual.

Recordaba, de las lecciones de historia del arte, el comentario del profesor y la película sobre la vida del pintor de la Capilla Sixtina.

Miguel Ángel liberaba a las figuras de la piedra, y tengo que decir que me impresionan más las obras inacabadas de los esclavos que el colosal David. No es el caso de la obra de la foto, pero si que hay obras en la que el personaje lucha por s Balir de su prisión pétrea en la que permanecerá eternamente, porque Miguel Ángel tuvo que decidir entre estos y otros trabajos.

Muchas veces la persona que vamos formando con nuestras experiencias va saliendo de su corpórea existencia para formar parte de la universalidad humana, hay arte en nuestra creación.

Hoy es una atípica tópica tarde de agosto. Fuera hay tormenta y llueve, pan caliente en el horno y cerveza fresca en la nevera. Música en directo de guitarra y armónica y fotos en el regazo. ¿Hygge o no?

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