lunes, 28 de septiembre de 2020

Aire de la Mariola embotellado.


La mochila con agua, un poco de fruta y montaña arriba buscando oxígeno, aunque sea entre semana, que alguna ventaja tiene no vivir en una gran urbe. 

Es la cerveza del aperitivo, el vino del tardeo, el postre de estrella Michelin. 

Una bocanada de aire fresco te devuelve la vida y, con amenaza en ciernes, hay que aprender a sacar hygge en tiempos de covid. 

Hoy es viernes y hace aire. No me apetece salir. Tengo mesa nueva, la ropa recogida, el lavavajillas terminando y dedicaré la tarde a dejarlo todo bonito.

El otoño ha entrado fresquito y hay que sacar chaquetas, no queda lejos el hygge de invierno, pero no me adelantaré. Quiero comprar brezo y calabazas, velas y decorar un poco. 

Y hoy empiezo un nuevo proyecto en Más del garrofer eco. Porque de pronto he encontrado un agujero negro en el mundo de la nutrición y quiero llenarlo con las experiencias que recoja. 

El otoño viene lleno de proyectos y quiero volver a ilusionaros con todos. Mucho hygge.


 

lunes, 21 de septiembre de 2020

El noble arte de respirar.


No sé si alguien habrá echado de menos los posts, y no sé si alguien esperará una explicación, pero no la hay. No estaba de vacaciones, no hay falta de contenidos, no hay escusas ni justificaciones. Era hora de volver y aquí estamos, tumbada en un sofá, delante de una chimenea apagada, sin manta y simplemente disfrutando del noble arte, del placer increíble de respirar sin mascarilla.

Hoy me preguntaba qué tenía el hygge que decir de esta absurda, inquietante, incierta... situación que se nos ha venido encima.

Ellos, los gatos, lo tienen claro. Cojín y chuches. Sillón, confort y taza con. Hoy el hygge no estaba en casa, hoy he entendido el hygge que ellos, los gatos y los daneses, experimentan. El de buscar un sitio al sol, donde corra el aire, una ventana abierta, y quitarte la mascarilla para respirar. Esta dieta de oxígeno hace que un poco de aire fresco se convierta en el mejor cigarrillo, en el café más oloroso, en el pastel que recuerdas con nostalgia. Echar de menos el aire es doloroso porque nos hace recordar cómo hemos ido renunciando al agua de manantial, al pan recién horneado. Como hemos sustituido lo natural por plástico y de pronto me han entrado ganas de poner Lorax a mis alumnos, porque el ’malo' quería vender oxígeno embotellado.

Quitarte la mascarilla 5 minutos mientras almuerzas o tomas un café se va convirtiendo en 6 o 7 minutos de pijama y calcetines. Pronto llegará el invierno y tendremos que reinventarnos. Pero el otoño trae alivios que llenan el alma. Respirad y mucho hygge.