domingo, 30 de diciembre de 2018

Despidiendo el año con Marie Kondo y recibiéndolo con hygge.


Ahora, cómo no, hay que dedicar un post a los  propósitos de año nuevo. Como el resto de los mortales y por motivos de salud debería comprometerme a hacer ejercicio, que no deporte, porque no puedo-no se si llorar o dar gracias-pero es mi realidad. 

Quien me sigue sabe que no suelo proponerme lo que no voy a poder cumplir. Así que de lo que me propuse para el 2018 sigo aprendiendo Año Nuevo, hygge nuevo.  Aunque la mayor lección es que en el conocimiento, sobre todo de uno mismo, se paga un precio muy alto.

No he conseguido hacerme al cuadrante de Eisenhower pero lo he puesto en la primera página del bullet journal, ahora que todos se pasan a la agenda.

Había decidido cerrar el blog con este post, porque creo que todo va un paso por delante. Pero el día 26 cambié de idea cuando a Ana Terol de Senzillezplena y  a Marie Kondo, les gustaron mis comentarios. Quiere decir que mi voz todavía es interesante, si no importante. Pero las líneas de comunicación han cambiado y requieren mucha dedicación. Así que tendré que organizarme, pero no para ganar tiempo, ni ahorrarlo ni dejar de perderlo, son conceptos que me "cabrean" porque el tiempo como el dinero son invenciones para esclavizar al ser humano, y no es hygge. Vivir el momento es hygge, aunque estés haciendo nada, lo que es bastante difícil.

Así que después de proponerme lo que quería dejar de hacer y apartar la idea, he decidido probar otra cosa. Las misiones. 12 meses doce misiones. Todas tendrán que ver con la organización, pero no para ser más productivo, ni para negociar con el tiempo, sino para ser más feliz simplificando.

Y queda el brindis,  que será el mismo porque lo siento y lo quiero para todos.

Que todo lo que creéis os de satisfacción, que todo lo que soñéis se haga realidad, siempre que no perjudique a otro, que todo al que améis  crezca y os haga crecer con su amor. Sed muy hygge creando confort a vuestro alrededor, donde poder soñar y dar albergue al amor. 

jueves, 27 de diciembre de 2018

La palabra de final de año es Decluttear.

Lo mejor en estos últimos días del año sería viajar y enriquecerse de experiencias, pero eso no es siempre posible.

Pero sí es un buen momento para simplificar nuestras pertenencias, ordenarlas, ver que necesitas cambiar, y todo implica sentarse ante nuestro pasado slow, mindfulness y ejercitar el desapego del miedo al futuro.

Respira.

Asociamos desapego a desprendimiento, un acto que cuesta menos en Navidad, donde nos sentimos generosos. Pero el miedo al futuro económico incierto nos hace conservar toallas, sábanas y ropa que no nos da ninguna felicidad.

Respira.

El miedo a olvidar nos hace conservar fotos que tienen poco valor, repetidas, en cajones y discos duros. Recuerdo que mis padres tenían una caja de metal con todas sus fotos, y las nuestras. No hacía falta más para una tarde de lluvia con recuerdos.

Respira.

El miedo a dejar de sernos, nos apega a libros, discos, zapatos, colecciones miles.

Respira.

El miedo a dejar de vivir nos empuja a dejar impronta y recuerdo en los que nos rodean con "cosas" que solo son importantes para uno mismo, cuando lo mejor sería no dejar más que lo que nos sea pedido.

Cuando eres capaz de liberarte de esa carga, empiezas a experimentar el desapego, y la experiencia es por sí misma liberadora, libera peso físico y emocional y libera endorfinas lo que la convierte en adictiva. 

Respira, date un respiro, el año se acaba... tambien puedes decluttear tus emociones y desprenderte de alguna que te resulte incómoda; es la hora de borrar compañías tóxicas. Toda la gente aprovecha el cambio de año para cambiar de hábitos, pero eso son propósitos, ¿Los dejamos para otro monento? 



lunes, 24 de diciembre de 2018

La quinta hygge estrella de Navidad: EXPRÉSALO

A medio camino entre el mindfulness y el hoponomono, hay que dar las gracias por haber recibido, disfrutado o haber sido capaz de disfrutar un hygge momento.

Pero para poder agradecer, hay que ser consciente de que ese momento se ha vivido.

Posiblemente estemos acostumbrados a dar las gracias por haber sido recibidos. Es un agradecimiento superficial de algo material. Pero cuando expresamos que la comida ha sido hygge, estamos buceando en nuestras emociones, de lo a gusto que hemos estado, de lo que hemos disfrutado.

Así que ahora cuando te inviten a alguna reunión, cena o visites a alguien, si te ha hecho sentir bien EXPRÉSALO en voz alta. Y hoy es una buena noche, para empezar.

Este post es corto pero hoy es noche de compartir las estrellas, de cumplir con tradiciones o de empezar a crearlas. Hoy pones tú la foto. 


viernes, 21 de diciembre de 2018

Hoy la palabra es filosofía...

Si eres una persona que busca salir de la zona  de confort, tienes una filosofía emprendedora.

Si estás preocupado por mejorar paso a paso, sigues una filosofía kaizen.

Si quieres hacer de tu casa un oasis de orden, limpieza y paz, necesitas La magia del orden, pero hay toda una filosofía de desapego y de cura emocional.

 Si quieres vivir más y preocuparte menos encontrando sentido a tu vida, ikigai.

Si estas dispuesto a no vivir en el rencor isirika.

Y si quieres aprender a disfrutar de las pequeñas cosas, hygge. Queda claro que aquí manda la filosofía danesa de estar cómodo para ser feliz. Pero inevitable el picoteo filosófico. 

Hay quien opina que esto no es filosofía, sino actitudes. Puede que también opinaran lo mismo de Platón, o Aristóteles, o quizá Descarts.

Las corrientes filosóficas se suceden, pero como con los estilos artísticos habrá que pensar en que el tiempo y lo que en él permanezca será la corriente...

Mientras, mecidos por el oleaje confluyente, decimos adiós al día y hola a la almohada. Si. Es pronto, pero esta filosofía tiene sus condiciones. 

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Estuvimos allí: Parc Samà.

Cambrills y Salou son dos ciudades turísticas de las que muchos pueden hablar por la proximidad del parque temático PortAventura, sin embargo pocos conocen la joya de eclecticismo que se esconde tierra adentro.

El Marqués Salvador Samà i Torrents fue el promotor del parque Samà. Su padre había sido el primer Marqués de Marianao y Senador de la Habana.

La NOSTALGIA de la que hablábamos esta semana, mueve la recuperación del exoticismo, y el ambiente indiano son reflejo del gusto modernista por los paisajes lejanos. También puedes ver rincones salvajes de claro estilo romántico inglés, y toques orientales en el lago.

Las aves exóticas, los pavos de colorido plumaje, la piedra, los juegos de agua, hacen las delicias de los amantes de Gaudí que ven allí su huella. Y para los esotéricos hay un recorrido iniciático que podría recordar el juego de la oca.

Que el brillo del mar "daurat" no os ciegue ni el Shambala os ensordezca. El paraiso de los sentidos está en Samà.


lunes, 17 de diciembre de 2018

La cuarta hygge estrella de Navidad : TRADICIÓN

 ¿Cómo váis de tradiciones? Yo me lo estoy planteando porque cuando empecé a escribir el post de la nostalgia mezclé los dos términos y, al separarlos, le he estado dando vueltas a si tengo o no tradiciones.

Me decía una alumna que ella preparaba la mesa y que este año tenía competencia para lo que consideraba una tradición.

El amigo de una youtuber decía compartir con su madre la tradición de intercambiar muérdago y quemar el del año anterior.

Empezaba a creer que no tenía tradiciones y, mira tú por donde, algunas cosas llevan camino de convertirse en eso. Pongo el calendario de adviento, preparo el nacimiento y los adornos. Me gusta ver y sacar ideas y al final montar algo diferente en el centro de mesa.

Nada mejor que una maratón de las ñoñas películas de navidad y "más mejor" si la tarde es de chimenea y manta. Y si hay estreno de cine, ir con mis hijos a verlo.

Dejar las botas de tela cerca de la chimenea y esperar a que al Pare Noel se le haya caido algo, porque nosotros somos dels Reixos. Preparar algarrobas para los camellos, que los reyes ya han comido demasiado.

La Navidad ha sido tiempo de trabajo en casa de comerciantes y mucho estrés buscando el detalle perfecto, casi a última hora. 💕 Y así seguirá siendo.

Ese ir de acá para allá, encontrándote gente que hacía tiempo que no veías, felicitando las fiestas, respirando el nerviosismo...Y desde que están las redes sociales crear una postal especial para felicitar, con el nacimiento o la chimenea, algo que recuerde que es tiempo de hacer familia. Esa es la tradición que yo espero. 











domingo, 16 de diciembre de 2018

Estuvimos allí, Bergamo

No pasamos demasiado tiempo en Bergamo. El avión salía tarde y teníamos tiempo para una vuelta.

El taxista que nos llevó, del aeropuerto a la ciudad, nos aconsejó la parte alta y nos dejó en la estación del tren cremallera. 

Lo que más llama la atención cuando sales de la miniestación es la polenta, en repostería, helados y restaurantes. Y luego algo que me impresionó personalmente, los escenarios propios de las tragicomedias de Shakespeare. Bergamo no te deja indiferente.

Es una ciudad partida en dos, una en el llano, nueva y vital, y otra arriba con muchas localizaciones de distintas épocas y clases sociales.

Comimos en un restaurante minúsculo. A destacar que todo estaba buenísimo con tomate, parmesano y cómo no polenta. Que el servicio fue bueno y que "flipamos" un poco con un aseo japonés antiguo- si, un agujero en el suelo-. Estaba en la Plazza Vechia. 

Todavía sueño que me pierdo entre las callejuelas, entrando por puertas de madera y atravesando salas para volver a salir por arcos de piedra. 

No me importaría volver y quedarme algunos días. Cerca está el balneario de aguas carbonatadas San Pellegrino. Un hygge rest no estaría mal. 


viernes, 14 de diciembre de 2018

Sugen, "arrastrados" por el "deseo"

El otro día vi una foto en el instagram de Rincón  de Dalia - que sigo por tres motivos muy hygge, es creativa, su voz me transmite mucha paz y sus introspecciones van acompañadas de café. Era una taza con un copete de nata y un bastón de caramelo. Y de pronto me apeteció un tazón de chocolate puro y amargo con un top de nata montada y nubes o marsh mallows, (malvavisco). 

Llevo tres días dándole vueltas al tema y de pronto una palabra sueca que pone etiqueta a la sensación. Aquí le llamamos antojo, deseo de algo y también mancha en la piel con forma reconocible, aplicada al deseo frustrado de una madre embarazada que no cumple su deseo de comer algo.

Los suecos dicen "sugen", que literalmente significa arrastrar, estar absorbido. Pero es el sentido figurado el que nos interesa, deseo de tener algo, apetencia. Los de la foto fueron sugen de verano en Varsovia.

Mi sugen por el momento de disfrutar el chocolate se está convirtiendo en un anhelado hygge momento, porque no me basta el alimento en si, debe ser frente a la chimenea encendida, con manta, calcetines de Navidad, ropa cómoda y un rapto sensorial en modo cine, música o libro... O tal vez escribiendo el próximo post.

lunes, 10 de diciembre de 2018

La tercera hygge estrella de la Navidad: LA NOSTALGIA

Nos ha invadido el minimalismo nórdico, los muebles de líneas básicas, y parece que lo propio se difumina, aunque la condesa se pregunte alarmada quién se ha atrevido a meter un mueble Ikea  entre sus antigüedades. Tampoco se consigue un ambiente  hygge comprando artículos de una revista, tal vez tiene que ver más con la experiencia directa,tocar, oler, sentir...

Si un ambiente minimalista convierte tu casa en el lugar ordenado o remanso de paz que te interesa, adelante. Pero además no debe faltar esa vela que compraste porque era particularmente bonita y te recordaba las que compraba tu tía, o porque olía a canela como el pan de jengibre.

Puede que no te apetezca convertir tu casa en un museo, pero no por ello dejar de tomarte un café en una taza de tu abuela, de esas con el borde dorado. Puedes camuflar un mueble IKEA en un palacio del dieciocho y un arcón en tu sofisticado duplex que al abrirlo guarde el aroma de ropa limpia de casa de tus padres.

Cuando te propones limpiar un armario, debes deshacerte de los 'por si acaso' porque demuestra poca confianza en el futuro. Sin embargo, la nostalgia está por encima del 'por si acaso' cuando decidimos si algo se va o se queda.

Me he preguntado que cosas me producen nostalgia. El fuego de casa de mis abuelos, tenía un hueco donde cabías de pie, con una alacena al lado para las galletas y el licor, una mesita para sentarse cerca, donde siempre había algo para las visitas. Los caramelos que se adivinaban encima de la cómoda de mi abuela, porque no llegábamos a verlos. La Navidad sin adornos, pero con todos en torno a la gran mesa de comedor, y  mis tías entrando y saliendo de la cocina. O el belén que montaba mi tía en casa de mis otros abuelos.

Sea como sea, la nostalgia es hygge y no se compra en las tiendas. Para los daneses tiene forma de grød y sabe a gachas dulces y calientes. A mi me sabe a 'puxero' de Navidad, a embutidos caseros, a galletas de canela o barquillos con chocolate, a risas y a silencios.... Y ¿A tí?


lunes, 3 de diciembre de 2018

La segunda hygge estrella de Navidad : COLABORACIÓN.




Hoy es domingo y aunque el post se publica el lunes, es necesario diferenciar el día. Este post empezó a fraguarse el sábado pasado cuando visitamos al gran gigante de la colaboración, IKEA. Un equívoco impidió que viéramos el producto terminado el domingo pero lo solucionaron con eficiencia el miércoles y pudimos ver el mueble in situ el viernes. El sábado quedó creado el ambiente y esta mañana se ha empezado a compartir y disfrutar.

La protagonista de la saga Millennium, Wasp, montó ella sola todos los muebles de su apartamento, eran pocos, pero no hay nada para probar una relación - sea del tipo que sea- que el montaje cooperativo de un big de esta empresa.

Pero si lo tuyo no son los muebles, hay tareas que se pueden compartir como un huerto y otras que se deben llevar a cabo en conjunto, como la recolección de la aceituna.

Y ¿qué tal si hacemos una comida o cena y todos colaboran?

¿O montamos el belén o el árbol? 

Y después de hacerlo todo, literalmente, todo, llega el hygge momento de domingo cuando con los pies en alto, junto a la chimenea y después de ingerir sin digerir, tres películas serie B Christmas love, tienes el espíritu hyggelig para escribir "sin colaboraciones" este post.

Recuerda dejar tiempo estas navidades para hacer cosas en común con tus compañeros,  amigos, familia o incluso todos a la vez. Y para disfrutar de volver a la soledad del sofa, manta y té. Todo es necesario.