viernes, 30 de diciembre de 2016

Mucho es demasiado, basante es suficiente.

Hay días en el año en que consideramos que celebrar consiste en consumir más y si puede ser mejor. Lo peor no es eso, sino que la mayoría de lo que pagamos no se consume y termina en la basura.

Una cena de celebración debería ser una cena elaborada con tiempo, para ser degustada con tiempo y plena conciencia, que no supusiese el sufrimiento de ningún ser vivo, ni del bolsillo.

Pero a esta conclusión no se llega de la noche a la mañana. Vivir con menos es vivir hyggelig porque no te endeudas, disfrutas de las cosas que tienes, no hay lugar para la envidia y sí para encontrar momentos hygge, tus huellas tienen menos impacto ambiental, no sientes desconfianza por perder lo que no tienes, desarrollas un estilo propio, no necesitas impresionar a los demás con tus posesiones materiales y ese desapego te hace ser más generoso. Ser minimalista es tener menos 'cosas' por las que preocuparse y más tiempo para los que te rodean y para ti mismo. 

La creatividad, los sueños, el amor, la honestidad, la humildad...pueden ser tenidos en abundancia, consumidos y disfrutados y no pagan impuestos ni contaminan y generan confianza. 

Seamos comedidos con lo que ponemos en nuestra mesa y generosos con lo que ponemos en  el corazón, y si este año llegamos demasiado tarde, que lo sea para el resto del año que empieza.

jueves, 29 de diciembre de 2016

Te amo, lo siento, perdona. Hoy Ho'oponopono.

Cuando ves a Dani Rovira paseando con Callejas por una playa, con la intención de superar un reto físico y moral, y el chico te cuenta que hay tres palabras que él dice todos los te quiero, lo siento y perdona... te quedas boba, luego conoces la teoría del Ho'oponopono y dices: pues no se ha inventado nada, pero le queda muy zen.
 
La versión oficial-histórica dice que entre las islas del Pacífico Sur de Oceanía las personas creen que las enfermedades son causadas por malas conductas o ira. "Si permaneces enojado por dos o tres días te enfermas", dijo un hombre de ese lugar. La terapia que contrarresta ésta enfermedad es la confesión-lo siento. El paciente o algún miembro de su familia pueden confesarse, si nadie confiesa el error el paciente puede morir. El pueblo Vanuatu creen que mantenerlo en secreto es lo que le da poder a la enfermedad (esto equivale, en términos psicoanalíticos, el reprimirse al no hacer consciente y verbalizar, en cambio una manifestación o exteriorización es una descarga de tensiones psicofisiológicas). En cuanto el error sea confesado pierde su poder sobre la persona y el sanador puede empezar a mejorar al paciente.
 
El proceso  de sanación hawaiano llamado “Ho’oponopono” es explicado por el doctor  Ihaleakalá Hew Len, como que todo el mundo es tu creación, por lo tanto es tu responsabilidad en un sentido literal; tu responsabilidad se extiende a todo lo que está presente en tu vida. Así que si hay algo que no marcha bien, tú eres el que tiene que actuar sobre el problema, y lo haces empezando por tí, porque es tu responsabilidad. El problema está en ti y tú debes cambiar.
 
Echarle las culpas a los demás es mucho más fácil que aceptar que lo que pasa es tu responsabilidad y si no cambia es porque tú no actúas. Incluso aceptar las propias responsabilidades es más fácil, pero se responsable de TODO con lo que entras en contacto,,,, ¡uf !  Los problemas no están fuera, están dentro de uno y Ho'oponopono significa amarse plenamente a uno mismo. ( Para los cristianos no es un concepto tan extraño: ama a los demás como a ti mismo)
 
Para sanar a los demás este doctor no entra en contacto con sus pacientes, los conoce a través de sus historiales y repite:  ‘Lo siento’ y ‘Te amo’, una y otra vez. Porque cuando te amas a ti mismo te mejoras y mejoras tu mundo.
 
Simplificando el mensaje y siempre según el Dr Hew Len, si yo mejoro todos los que leáis este artículo mejoraréis conmigo, cualquiera que sea vuestro mal, pero que tal si ponéis en vuestra lista de propósitos para el nuevo año 'AMARME PLENAMENTE' como primer objetivo para el año que viene y me echáis una manita para arreglar el mundo.

martes, 27 de diciembre de 2016

Té y hygge para el resfriado

Día 27.  El ambiente frio empieza a pasar factura y hay dos opciones cuando el dolor de garganta desaparece, agua y descanso al amor de un fuego y tapado con una suave manta o seguir atiborrándose de medicamentos. Dado que estamos de vacaciones lo primero es más sano para el cuerpo.
Es un buen día para empezar la lista de las cosas que queremos mejorar al año que viene. Pero primero hay que evaluar las que nos propusimos el año pasado.
Lo que no dejas ir, lo cargas, lo que cargas, te pesa, y lo que te pesa, ¡Te hunde!. Hoy practica el arte de soltar, perdonar y dejar ir. Antes de todo les faltó apuntar que tienes que saber lo que tienes que dejar ir, que a veces ni eso sabemos. Ahora ya se qué y puedo  mejorar, pero por lo menos he avanzado.
Las cosas verdaderas se aprenden por amor al aprender, por amor a la verdad, por deseo de saber. No por la obligación de las calificaciones. Aquí sí que me pongo un diez. Es el año que más tiempo he dedicado a investigar, siguiendo mis hábitos, en varias direcciones. Echando la vista atrás, he trabajado mucho y sigo.
No te pases la vida juntando dinero que morirse es gratis.  El día que me quede para juntar, hablamos de nuevo. Para el próximo año cambio por 'ahorrar un poco que, hasta que te mueres, lo puedes necesitar.
Piensa como un protón, siempre positivo. Necesita mejorar
Levanta la cabeza, disfruta y da gracias por ese día que Dios te ha dado y espera grandes cosas con el favor de Dios. Estamos en ello.
Haciendo balance de lo que hay que cambiar y mejorar o seguir trabajando, no añadiré mucho. Hay que encontrar un rato a la semana para a refrescar el alemán, el motivador ha sido conocer el significado de la palabra Gemütlichkeit   que describe  un lugar o estado de bienestar, amistoso y de buen rollo. Otras cualidades incluidas son la confortabilidad, la paz espiritual, la pertenencia, el sentirse bien y estar socialmente aceptado.  
Así que este año quiero estudiar alemán, que el orden reine en mi armario (para empezar soltaremos lo que no utilizo), y gemütlichkeit.
Pero hasta que llegue año nuevo mejor empezar por preparar algo caliente como un té de rooibos, seguro que nos sentará bien.

lunes, 26 de diciembre de 2016

La Navidad llega poco a poco...

Día 26. Ha hecho un día de primavera. El día de Navidad no salió como se había previsto, pero el hombre propone y Dios dispone. Sin embargo el segundo día de Navidad ha contenido el componente esencial  de las Navidades, un plato más en la mesa.
Comer en la mesa pequeña junto al fuego es muy hygge, pero en Navidad lo es más comer en mesa grande, con mantel de fiesta y compartir una sobremesa larga.
La actitud con la que se recibe a uno no es la misma que cuando son once, pero mi objetivo para en nuevo año es que sea así. Voy a planificar ese tipo de menus que te puedes dejar casi listos o de poca elaboración pero muy caseros, porque al final de la corrida, ni quiero acabar exhausta ni que mis invitados piensen que no son importantes. Ese equilibrio es fácil  con un poco de sentido común. Hay quien dice que lo hygge tiene que ver con hacer cosas que reconocerían tus ancestros.  Pero estamos poniendo en tela de juicio los paradigmas. Si esa no es la forma que se ajusta a nuestros gustos, lo que debemos hacer es convertir en tradición lo inesperado. Y que lo tradicional sea en sí mismo la reunión familiar y que aunque no estén todos los que son, sean los que estén... o no. 
Feliz Navidad.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Crisis. Caos y Oportunidad.

Cuando estaba en sexto mis notas empezaron a bajar de sobresaliente a bien. Creo que fue la única vez que mi madre fue a hablar con la monja. Parece ser que en la evaluación las pesquisas habían llegado hasta la hermana bibliotecaria que confirmó que mi velocidad lectora había subido a tres libros semanales. Al principio  la hermana pensó que era la típica niña que coleccionaba libros en el carnet, pero con cuatro preguntas se dio cuenta de que realmente me los había leído y mi madre lo confirmó.
Así que la tutora decidieron resolver mi 'divergencia' prohibiéndome la entrada en la biblioteca. Mi cara debió transmitir tal dolor que me permitió ir una vez a la semana.
Primera crisis. Caos y oportunidad. Como no podía leer empecé a escribir mis propias novelas, con ilustraciones y encuadernadas.
Cuando empezó séptimo ya me había acabado todas las colecciones de los cinco, Puck, los Gemelos, etc. Pero ya había descubierto otra fuente de lectura barata  en el quiosco,  pero también esto empezó a aburrirme por lo recurrido de los argumentos. Mi hijo dice que no quiere ver películas conmigo porque se que va a pasar. Creo que es la secuela de la mala literatura que me hace intuir los desenlaces de las malas películas.
Segunda crisis. Caos y oportunidad. Así que un día cogí mis mini libros y me fui a la Plaza Redonda en Valencia y los cambié por dinero. Me compré Ben Hur, Los miserables y Ivanhoe. Y ahí empezó mi amor por la literatura histórica y romántica.
Cuando me lamento por la actitud de algunos adolescentes pienso que su crisis será su caos y su oportunidad. Ojalá no se pierdan en el sentido más negativo de la palabra.

martes, 20 de diciembre de 2016

A mí con paradigmas.

Ayer me preguntaron que era un paradigma educativo. Un paradigma es  algo que hacemos porque todo el mundo lo hace pero que, con el paso del tiempo, hemos olvidado por qué. Resulta a veces conveniente porque produce tranquilidad  saber que el entorno aceptará las cosas porque sí, porque no se creará conflicto ni nadie saldrá perjudicado. un poco al estilo de Un Mundo Feliz de Aldoux Huxley. Pero lo cierto es que conforme va pasando el tiempo  se va haciendo cada vez más ridículo sostener paradigmas que ya han perdido su razón de ser. No solo es aplicable a la educación. La sociedad descarta paradigmas y los crea de forma muy rápida y todo lo que tiene lugar en ella se ve afectado.
 
Suele observarse en las relaciones de pareja cuando se enfrentan dos modos de hacer que corresponden a paradigmas diferentes. Más evidentes cuanto mayor es la separación entre los núcleos de origen.
 Mira el vídeo y pregúntate ¿Qué 'monos' te están pegando para que no cambies?
 
La neurolingüística dice que quien siempre hace lo que ha hecho obtiene lo que siempre ha obtenido. Si quieres que las cosas cambien, debes empezar a hacer las cosas de forma diferente. Los paradigmas los puedes romper, pero por favor, no vayas a crear otros.

Yo, de momento, cuando veo una escalera me voy a buscar el ascensor, que yo ya hace tiempo que me declaré divergente.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Temporal y paradigmas educativos.


Hemos pasado el fin de semana en Cartagena. Mientras yo me formaba para Cambridge, la familia hacia turismo por los centros comerciales - el único sitio donde no llovía. Esta mañana cuando nos hemos despertado diluviaba y la incertidumbre de si había o no clase nos ha estresado un poco. La naturaleza ha decidido por nosotros y nos ha bloqueado el camino. Poco después se ha comunicado que no había clase y todo el estrés ha desaparecido.
 
No hay mucho en la despensa pero la imaginación suplirá las carencias. Anoche hicimos pan de centeno con arándanos y semillas de sésamo y amapola... y tenemos agua de sobra. 😖
 
Ha sido una buena mañana para poder leer los posts de Santiago  Moll sobre educación que tenía archivados y conocer algunas teorías que apoyan lo que todos sabemos. Las cosas están cambiando pero los paradigmas educativos continúan igual. Me planteo como se puede aplicar esta teoría de felicidad nórdica a nuestros alumnos y después de ver el video de ayer no parece tan difícil llegar a la conclusión de que el pilar fundamental es la CONFIANZA.
 
Los niños necesitan sentirse seguros en el entorno y las amenazas deben quedar fuera. Es imprescindible que el niño quiera ir al colegio porque es un sitio donde va a pasarlo mejor que en casa y el reto es difícil. ¿Qué podrá competir con la Nintendo, la PSv, las redes sociales y un largo etcétera donde la tele parece el menor de los males? Mis hijos no están perdiendo el día y conste que no hay presión. Uno está buscándose la vida para instalar un juego en el ordenador y lleva 2 días-por fin hemos dado con una alternativa a los puzles para entrenar la resistencia a la frustración. El otro está utilizando los videos de you tube para aprender a usar una espada jedi. Peligra el belén pero se lo pasan genial. Esto no se convertirá el día de mañana en una capacidad de buscar en la red aquello que quieren saber, es ya una competencia adquirida. Qué, cómo y cuándo es lo que todavía tenemos que seguir gestionando los adultos.
 
Días como hoy invitan a la reflexión y a ser creativos. Confío en que la pila de piedras que nos separa del mundo la quiten pronto pero mientras pienso disfrutar esta oportunidad para poner en orden mi hogar y mis ideas.

jueves, 15 de diciembre de 2016

Una noche hyggelig versus mindfulness

Recuerdo una noche de hace dos años. El día de año nuevo. Hacía frío fuera y ya era de noche. La chimenea estaba encendida. Habíamos comprado una mesita para café y era perfecta para el tablero del Scrabble que se le había caído a Papá Noel del trineo, porque nosotros le mandamos la carta a los reyes.
Nos iluminaba una luz ambiente y el fuego de la chimenea y empezamos a jugar con los niños. Se iba haciendo emocionante y divertido por la capacidad de los peques y no tan peques de inventar 'palabros'.
Había quedado un poco de cava del día anterior, unas galletitas y unos trocitos de queso y el juego seguía y luego otra partida. Se hicieron las doce con trozos de turrón y una taza de leche o una infusión de aromático rooibos con canela y jengibre.
Ahora cuando pienso en las cosas sencillas que he disfrutado intensamente, esta es una de ellas. Fue una noche hyggelig. Todo se fue acomodando para que quisiésemos prolongar ese momento lo máximo posible. No es reproducible, fue único.
Hubo otro ingrediente que hoy en día está muy de moda, el mindfulness, la conciencia plena y el saborear el momento. Me pregunto por qué no seremos capaces de recrear momentos como ese de serenidad a la par que divertidos, todos los días de nuestra vida, si son los que realmente merece la pena vivir. Creo que todo el esfuerzo que empleamos en que nuestro entorno  y nuestro interior sea acogedor tiene la recompensa de proporcionarnos muchos momentos como este.
Así que ahí va mi propósito de año nuevo: Momentos en todo momento.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Ganar o no ganar.

Hoy toca hablar de Amundsen, el noruego que llegó primero que Scott al Polo Sur. Marino, hijo de marinos, muy competitivo y tremendamente aventurero.  Vamos, todo un vikingo. Consiguió llegar 35 días antes que Scott porque no llevaba científicos en su equipo-y porque alimentó a sus perros groenlandeses con la carne de los otros perros que morían por el camino (se ahorró llevar peso). Scott llevaba consigo científicos que dejaron importantes descubrimientos para la posteridad y puertas abiertas a la curiosidad de los que les siguieron. Quiso recorrer el camino con caballos mongoles a los que debía alimentar con avena (peso añadido).
 ¿Qué hubieras hecho tú?
A veces estamos tan obsesionados en ganar que no pensamos en las oportunidades que ofrece el camino. Sin duda Scott también quería ganar, pero su errores se convirtieron en progresos futuros.
Yo, aquí, con mi taza de té y mis reflexiones, pienso que lo importante es ponerse metas, empezar caminos y dejar pasar el tiempo. Unas veces ganamos y otras no ganamos, pero lo que si que puedo asegurar es que nunca perdemos.

martes, 13 de diciembre de 2016

Dejemos fuera de casa los problemas.

Los daneses son personas confiadas que no entienden bien cómo nos quejamos tanto. El gobierno danés cuida de sus ciudadanos, y en el medio rural fácilmente puedes dejar la puerta abierta porque tu vecino tiene siempre lo suficiente para comer. Casi nos da algo al saber que de lo que estábamos comprando en el supermercado una cuarta parte eran impuestos. La mitad del sueldo se queda para que sanidad y educación estén aseguradas. La corrupción es algo anecdótico, y no se oyen sirenas en la capital- cosa impensable en Madrid o Barcelona. En este estado del bienestar se trabajan 33 horas semanales, se pasa mucho tiempo al aire libre - aunque haga frio-y se cuida el medio ambiente.

 Pero en invierno apenas tienen 4 horas de luz y eso les obliga a pasar mucho tiempo en casa. ¿Recordáis cómo son de complicados los primeros días de vacaciones mientras os adaptáis a estar en casa todos todo el día juntos? Esto provoca muchas tensiones. Por eso hay que buscar ocupaciones alternativas. Pero cuando se recogen en casa deben crear un ambiente sereno y acogedor. Cómo conseguirlo aquí pese a que la corrupción sea un punto y seguido, la sanidad y la educación estén en la cuerda floja, no puedas dejar la puerta abierta y se te deshaga el corazón viendo la necesidad que hay a tu alrededor y tenemos más del doble de horas  de sol en invierno.

Cierra los ojos, escoge una iluminación acogedora, con música de fondo, y mejor si es en vivo. Una chimenea sería ideal, pero las velas son imprescindibles. Unas flores frescas sobre una mesa de madera... un toque especial que invite a un disfrute sencillo. Se trata de cuidar las pequeñas cosas para  sentirse cómodo. Un pantalón de chándal, un jersey ancho de buena lana, una copa de vino y una conversación interminable al amor del fuego, viendo como se consumen los troncos en la chimenea... la historia empieza así y tú puedes poner el resto de ingredientes para conseguir tu velada hygge. Seguro que recuerdas ese momento...

lunes, 12 de diciembre de 2016

Open your mind

 Aunque el hygge se puede producir en cualquier sitio como un malecón a la orilla de un canal, en una hamaca, comiendo mejillones, al aire libre, en verano o jugando descalzos en un parque, los daneses gustan de reunirse en casa y echan de menos que los españoles, más proclives a verse en bares, abran más sus puertas lo que no invita a estar cómodo. Para algunos daneses, por ejemplo, no se puede conseguir un ambiente relajado en un bar español con sillas de plástico, zonas en sombra y tubos fluorescentes.

Abrir tu casa y abrir tu mente. Estamos siempre más dispuestos a lo segundo que a lo primero. Nuestro hogar es nuestro castillo, y nuestra fortaleza inexpugnable. Pocos se han puesto la alfombrilla de IKEA Bienvenido a la República independiente de tu casa. Conozco a pocos dispuestos a dejar saltar sobre los sofas a los hijos de los amigos o vecinos. Centramos las reuniones en festividades señaladas con complicadas comidas preparadas con estrés en la soledad de las cocinas.

Eso no es Hygge. Para que la reunión sea hyggelig necesita de un ambiente relajado, no importa si no hay suficientes cubiertos iguales, ni si hemos combinado platos elaborados o no, siempre que demos pie a que quien quiera pueda participar de la preparación. Tener platos para servir el marisco que ha traído un amigo o copas para el vino que ha traído otro. Si haces una comida y consigues que en la sobremesa haya quien se quede dormido un rato, la conversación sea agradable y haya cierta reticencia en dar por acabada la tarde, lo has conseguido. El ambiente es agradable y cómodo y la sensación de bienestar nos embarga, ¡qué hygge!

domingo, 11 de diciembre de 2016

Un momento para cada cosa y cada cosa en su momento.

Realmente debería ser al revés. Un momento para trabajar y sobre todo para trabajar sobre la economía del tiempo, que consiste en trabajar menos horas y aprovechar más el tiempo que dedicamos a nuestras tareas. Y un momento para dedicarlo al  enriquecimiento espiritual o al cuidado y crecimiento personal. Un momento de dedicación a uno mismo o a los demás pero dedicado a lo que nos hace sentir bien.
Sería maravilloso que lo uno y lo otro fueran de la mano, pero, como no es un bien compartido, hay que buscar el equilibrio entre las dos. Y aunque fueran de la mano también es beneficioso desconectar. En la conversación con los amigos o la pareja, en el juego compartido con tus hijos, en el tiempo de meditación, en un paseo, puedes recoger ideas para que tu trabajo progrese, algo que tienen muy en cuenta las grandes empresas.

La productividad ha originado mucha literatura, y no solo por el aspecto económico. Hay interés en reducir el tiempo dedicado a un trabajo rutinario para dejar tiempo para la reflexión y la creatividad.

El mundo educativo ha perdido esta pespectiva  La administración está más preocupada por la calidad basada en evaluación de programaciones para que 'todas lass latas de tomate tengan el mismo contenido". Los pedagogos hablan de competencias, inteligencias múltiples, gamificación, flipped-class, mientras la administración evalúa a todos con el mismo rasero y a la vieja usanza. El profesor sólo puede ser creativo si lo ha planificado con antelación. Mientras la empresa se divierte, reflexiona, crea y planifica procesos sobre lo creado, la educación planifica la creatividad y luego reflexiona sobre su continuo fracaso.

La educación prusiana la marcó la revolución industrial, la educación actual debería ser la necesitada por la industria digital. Los países del norte lo han entendido, y sus niveles de hygge son altos. Aquí, que además disfrutamos de un entorno tan envidiable, ¿A qué esperamos?

Café y galletas, un hygge en casa, hoy.

Cuando te invitan a una casa danesa, te invitan a un hogar que es cálido, armonioso y ordenado. Es  donde podrás tomar un café caliente y esas famosas galletas de mantequilla que todos conocen y que en mi casa devoran.

Se pronuncia "hu-ga" y a menudo se le traduce como "lo acogedor". Pero parece que solo es aplicable al entorno y todos sabemos que la felicidad es una actitud más que un sentimiento, por lo que no debemos ceñirnos solo al ambiente sino a nuestra capacidad de crear una situación que transmita. Hygge es lo que ha ayudado a Dinamarca a superar a Suiza e Islandia como el país más feliz del mundo.

¿Por qué no traduzco la palabra? Porque nunca cambio 'siesta' en inglés, si me entienden, ni 'fiesta'. Son unos conceptos únicos en el lugar de origen y no sólo transmiten una acción sino toda una filosofía.

Hygge es aplicable a cualquier momento del día y a cualquier aspecto de nuestra vida. Mejor en compañía.