lunes, 28 de octubre de 2019

Té oolong

Este té está entre el verde y el negro, dándole el proceso de oxidación su característico tono azulado. Es el más común en los restaurantes de china y bastante desconocido, hasta que te encuentras con él y te aficionas. Es amargo en boca pero luego deja un gusto dulce muy agradable.

Pero lo que lo convierte en mi favorito son las propiedades. El poder antioxidante mejora el sistema inmunitario. Regula el azúcar y el colesterol. Mejora la función respiratoria. Reduce la presión arterial y es un gran preventivo contra el cáncer.

Y no viene nada de China sin su correspondiente  leyenda. Un trabajador estaba esparciendo las hojas de té para secarlas cuando una serpiente venenosa lo amenazó. Salió huyendo aterrorizado dejando el trabajo a medio hacer. Temeroso de la reacción de su jefe volvió a ver que había pasado con su trabajo a medio hacer y comprobó, no sin cierto pesar, que las hojas cubiertas a medias habían retenido humedad y cierto tono entre verde y negro no muy bueno. De todos es sabido que el azul en los alimentos no es muy común. Sin embargo, se llevó hojas a casa y las probó. Realmente la mezcla no era nada conocido pero resultaba agradable, y como él debieron opinar otros, que acabaron convirtiéndolo en el té del dragón negro. 

Es tarde, hace frío, la chimenea está encendida y un humeante te azul me espera. ¡Qué hygge! El otoño me encanta. 

martes, 22 de octubre de 2019

Orden en modo mindfulness, sin estrés.

Los nórdicos tratan de conservar el orden, sobre todo si la estancia tiene amplias ventanas abiertas a la calle, lo de abiertas es un decir, sin cortinas. Muestran cerca de la ventana o en la repisa qué hay detrás de las misma, objetos variopintos, jarrones, velas, lámparas, en la mayoría de las ocasiones composiciones minimalistas. Pero no tiene mucho que ver con la desatada campaña de poner en orden todo.

Marie Kondo se ha hecho famosa en los Estados Unidos por dos razones básicas, sus casas son grandes y, si no tienes servicio doméstico, son muy difíciles de mantener para una foto de revista y se mudan con bastante frecuencia, lo que agrava el tener todas las cosas controladas. La reina de este control de mudanzas express fue la creadora del método Flylady que abonó la llegada del método Kondo que implementaba el anterior método con una simplificación previa de las posesiones, antes de ordenar. Ella, en su libro, apuntaba que le costaba mantener el orden porque tenía muchas cosas y deshacerse de ellas consistía en pasar el problema a otro sitio o a otra persona. Ese es el motivo por el que no es profeta en su tierra. Los japoneses no viven en apartamentos amplios, y de siempre han tratado de mantener visualmente limpio y despejado el espacio multiuso, con lo que el método de MK no les soluciona el problema real, quieren más espacio y poder conservar todo lo que adquieren. 

Pero a parte del hecho de si se sigue tal o cual método, hay cosas que me preocupan, y supongo que si reflexionara un poco más habrían más. Por un lado no puedes vender que en tantos días tendrás la casa ordenada, porque cuando no eres ordenado o convives con alguien que no lo es, el orden no solo no se mantiene, sino que recae sobre quien lo quiere y crea tensiones que como Marie Kondo explica en su libro, puede acabar con divorcios, ella sostiene que el desorden ocultaba la ruptura, pero yo sostengo la teoría contraria. Un exceso no compartido puede llevarte a manifestar un comportamiento obsesivo que cree conflictos. Pero, ¿Por qué de pronto nos ha entrado esa ansiedad, casi toc, de tener todas las perchas alineadas con las prendas por colores?

No todos nos podemos permitir tener ayuda en casa y a la mayoría si nos ofreces una tarde de limpieza o hacer yoga, elegimos el yoga, por lo menos hasta que te haces seguidora de alguna gurú del orden porque entonces llegas a casa y observas el caos que se ha generado en tu ausencia y decides dejar el yoga para aplicarte a vivir en un entorno que te inspire paz. Pero el problema subyace, yo no quería limpiar, quería hacer yoga, ¿Quién ha conseguido convencerme de que quiero limpiar y ordenar? Entra en instagram o en you tube, ordenar es una corriente más, como ser vegano o hípster o minimalista. Además está el tema de los retos, antes era un tema deportivo, Vale estableció el reto de vivir 3 meses con 33 prendas de vestir, Alicia el reto de ordenar tu casa en 21 días, los cosméticos te retan a probar sus productos diez días... Y yo que me apunto a un bombardeo estoy extenuada. Colecciono listas, métodos y retos en el bullet journal-porque eso de las agendas pasó a la historia- con la inocente idea de que algún día podré utilizarlas de forma metódica pero hay algo que por fin he aceptado, veo, sigo, creo todo porque todavía pienso que un día limpiaré y será para siempre...mentira, habrá que volverlo a revisar una y otra vez cada día, cada semana, así que he decidido crear mi propio método, HAZ EL BIEN y lo más importante Y NO MIRES A QUÉ. 

Solo trato de hacer mindfulness, si estoy en modo descanso, descanso, si estoy en modo creativo, creo y si estoy en modo limpieza, limpio. Y me cabrea que se interfiera en los distintos modos, sobre todo porque mi modo limpieza coincide con el modo descanso de otro conviviente, o con el creativo y viceversa. Pero si fuera perfecto no sería wabi-sabi. Nunca he sido una persona ordenada, de hecho he sido una pesadilla para mis padres, que lo son y mucho, ¿A quién voy a engañar ahora? Ordeno mi armario y mis cajones como el que lee el libro de moda, pero no lo he escrito yo. ¿Me siento bien cuando veo el resultado? Si, como cuando me tomo un café con leche, pero he asumido que mañana tendré que hacerme otro y tendré que volver a organizar el cajón o no, todo dependerá de lo que me ofrezca la mañana. Y siempre, siempre, siempre ganará el modo creativo, o ya no merecerá la pena ni ordenar, ni tomar café.


martes, 15 de octubre de 2019

Estuvimos allí : Darkey Kelly's

Hacía tiempo que no hacía un post de visitas, pero hace falta tiempo para extraer el recuerdo y seleccionar aquello que nos conmueve.

Visitar el restaurante Cathedral en Dublin, con sus lápidas conmemorativas y probar el estofado irlandés fue un plus. Pero eso está hasta en las guías. Lo que no está en las guías es coger el tram en Trinity College y perderse en el extrarradio.

Pero lo mejor fue la bienvenida que nos dio la ciudad. El Darkey Kelly 's, la Guiness, el' fish and chips' compartido sobre un barril con la música de fondo en un abarrotado Irish pub. Y al salir esta conmovedora y sórdida historia que viene a decir: 
Antes llamado "La torre de la doncella", este edificio era realmente un burdel del siglo XVIII dirigido por Madame Darkey Kelly que fue públicamente ajusticiada en 1746, acusada de haber asesinado a su hijo. Además, Cooper Alley,  la calle medieval más antigua de Dublín,  pasaba por el área de recepción del adyacente  Hotel Harding. Durante el siglo XIII se lleno de refinados restaurantes y bares. Hoy hay que agradecer al Darkey que se restaure esta tradición. 

Nunca me había planteado una lista de Todoes pero, imitando a una bloguer que hace bullet journal, lo hice y de una cayeron cuatro, comida, bebida, música y anécdota. 

Y ahora, montando el album con un té y los calcetines, nos preparamos para el otoño, que se negaba a llegar. 

martes, 8 de octubre de 2019

Sueños para dormir... Siempre solo.

No habéis dicho nunca "me voy a dormir" y os han apostillado ¿Sola? Eso es peor que cuando te preguntan '¿Te has cortado el pelo?' Y te dan ganas de contestar' No, me crece hacia dentro'

Pues claro que duermo sola, ¿qué hay alguien que duerma con compañía?, te acuestas solo o con, pero dormir, lo que se dice dormir, duermes solo. Hasta ahora y a Dios gracias.

Con esta profusión de medios para estar virtualmente unidos, conectados, espiados... ¿Cuánto tiempo tardarán en descubrir un algo que te permita compartir el espacio más salvaje e incontrolado de tu Tí? 

Pensad en vuestros últimos sueños y tratad de compartirlos verbalmente sin filtros ni interpretaciones. Sería como si de pronto no se pudiese mentir. Sin la posibilidad de tratar de ser amable.

No, eso no es hygge. Llevarte a alguien de paseo por unos sueños que no recuerdas ni tú y pasarte el día pensando que el otro SÍ lo recuerda, suena a borrachera amnésica. Café, mucho café o seguid durmiendo solos. 

martes, 1 de octubre de 2019

Musicoterapia y musicohygge

No parecen ponerse de acuerdo los preguntados sobre  qué música podría acompañar una velada hygge. ¿Tal vez música folk, tradicional? Por aquí la "dolçaina  i el tabalet" resultan demasiado estruendosos, lo mismo que el gaitero en el comedor de Downton Abbey. 

Una música de fondo evocadora de momentos familiares creo que vendría bien para navidad, pero ¿y el resto de veladas?

Encontrar el tipo de música que guste a todos es poco menos que imposible. Entran en juego instrumentos, ritmos... Para algunos el violín es estridente y  para otros un solo de trompeta les abstrae de la conversación.

Y hay un grupo que prefiere el silencio, a veces porque le gusta más la voz y que le cuenten cosas y como no puede prestar atención a lo que le dicen y a lo que le cuentan opta por el silencio.

Lo ideal sería disponer de música en directo pero a menos que seas músico el tema es complejo.

He observado  como a muchos les cambia la cara cuando te ofreces a sacar un instrumento exótico como el didgeridoo o la mbira o kalimba. Más que amenizar se convierte en una amenza.

Luego está el grupo que pone la televisión para tener un tema de conversación y que acaba pasando y teniendo el aparato de fondo.

Así que he optado por la última versión aunque siempre hay un expontáneo para el piano o la guitarra, un rato para lo nuevo y un rato de silencio que coincide con la siesta de alguien. Cuando alguien se  duerme en tu sofá es porque está a gusto, y lejos de juzgarlo mal me parece un acto de confianza y de estar disfrutando del bienestar que te has esforzado en crear.

Ahora no hay invitados y solo se oye un rumor de tele. Hoy no tengo que preocuparme de crear un ambiente para los demás, es mi hygge momento y me quedo con el silencio físico porque en mi cabeza hay mucho ruido. Todos necesitamos un poco de NADA, de vez en cuando, es casi un acto de amor.