miércoles, 31 de mayo de 2017

Liderazgo de éxito o jefe-hygge.


Ya tardaba en postear, pero es que de nuevo me he 'metido' a lo que más me gusta, estudiar. Aquí andamos con un curso sobre mandos intermedios y nuevamente el título ha sido confuso. Yo pensaba que iba a trabajar sobre como organizar grupos de trabajo y hemos atacado sobre formas de liderazgo. No sabía que había historia sobre modelos de liderazgo, ni jerarquizaciones y clasificaciones. Además tampoco me había parado a reflexionar sobre el hecho de que un buen lider no conduce al éxito o al fracaso por cómo es sino por la capacidad de influir en la conducta de las personas.

Me he tenido que plantear cómo han sido mis jefes y he tenido de todo. Pero también me he tenido que plantear mi forma de dirigir un grupo y aunque siempre he pensado que un jefe debía ser capaz de sintetizar los problemas y simplificar las soluciones me han tachado de demasiado estructuralista, como que tengo que hacer más caso a cómo se siente el grupo-pero ojo, que no se conviertan las reuniones en un sacar trapos sucios o terapia de grupo.

He vuelto a constatar que no me gusta que me manden pero lo peor es que tampoco me gusta mandar ni me siento capacitada para ello. Aún así, algo voy aprendiendo y siempre encontraré la forma de utilizarlo.

Ahora, creo que ya puedo atinar a saber lo que para mí sería un gran lider. Físicamente, y por pedir, al estilo de Grey, que controla, conoce y potencia las capacidades de los que le rodean, eso le permite delegar con confianza. Conoce los objetivos, se maneja con facilidad con las estrategias, utiliza lo que ha funcionado, es creativo en la forma e innova en lo mejorable, el trabajo se reduce, la tensión desaparece y solo hay que dejarse llevar. 

Si, ya se que algunos a esta hora ya han levantado la mano pidiéndose uno así y si además paga bien y da tiempo libre yo me pido dos.

Pero lo que más me sorprende es que hay  quien hace esto de forma aparentemente innata, con una sonrisa y es capaz de convencer al más reacio de que hay que probar cosas nuevas.

Muchas veces ante un problema dejan de utilizar las soluciones de siempre como la distracción o el aislamiento y recurren a utilizar el problema como parte del todo influyendo en las conductas.


Creo que todos queremos trabajar para una persona que sabe hacia donde va, que emplea en ello el tiempo justo, que te hace sentir arropada por el entorno e impulsada a buscar sus capacidades y a emplearlas sabiendo que será bien recibida y aplaudida, si cabe, va a trabajar con mejor ánimo y su positividad suele traducirse en éxito para quien la lidera.

A este comentario otro estudiante a evaluado diciendo que en definitiva lo que un empleado quiere es hacer su trabajo, lo mejor posible, ser reconocido por ello y luego irse a casa y sentirse feliz


miércoles, 17 de mayo de 2017

Los toltecas a la búsqueda de la felicidad.

Calderón decía en su obra la vida es sueño "Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; QUE TODA LA VIDA ES SUEÑO Y LOS SUEÑOS SUEÑOS SON" Descartes también se plantea si esto no será todo un sueño antes de llegar a Cogito ergo sum. Pero para la milenaria cultura tolteca-mejicana la "realidad" que asumimos socialmente es  un sueño colectivo, el sueño del mundo.

Ellos dicen que desde  que nacemos interpretamos la realidad mediante acuerdos, acordamos lo que es una mesa, lo que está bien y lo que está mal, quiénes somos y nuestro lugar y a  esto le llaman domesticación.

Domesticación, que cuando eres adulto, pasa a ser autodomesticación. Incorporamos un juez que es quien nos recuerda los acuerdos y una víctima que nos culpabiliza cuando no cumplimos las exigencias del juez, creándonos desazón y malestar. El temor a los estados de culpabilidad los denomina miedo y el miedo se instala en nuestras vidas.

El miedo y la autoexigencia (que no son nada hygge) a no cumplir las espectativas de perfección que hemos asumido socialmente en el acto de domesticación ha creado nuestra idea compartida de infelicidad.

La solución es  cambiar el sistema de creencias y establecer nuevos acuerdos: sé impecable con tus palabras (qué difícil cuando se tiene el hábito de hablar mal de los demás), no te tomes nada personalmente, no hagas suposiciones y haz siempre lo que puedas. 

¿Los toltecas buscaban el hygge danés, o solo me lo parece a mi? Son corteses, flemáticos, analíticos y cumplidores.

Los acuerdos parecen capaces de conectar culturas, sean de donde sean, en su búsqueda, incansable, de la felicidad. 

viernes, 12 de mayo de 2017

Síndrome de Clarividencia Lingüística.

Quiero ser bien pensada y creer que cuando vienen a engañarme, no me dicen toda la verdad o tratan de embaucarme, lo hacen con el propósito de mejorar su propio entorno laboral, personal o psicológico. No es muy ético que se haga a costa de un ser humano. Pero la ética es un bien en vías de extinción. Está en nuestro entorno que la verdad debe estar al servicio de nuestros intereses y no al revés. 

Creo que se está hablando últimamente mucho del sindrome de Asperger y lo que más llama la atención, hasta en los casos más leves, es su incapacidad de leer entre líneas-que acaban entrenando con inseguridad pero tenacidad.

Pero hay otro sindrome maldito que no ha sido bautizado que te permite leer cuando alguien habla como si estuvieses leyendo un libro paralelo, como si estuvieses leyendo el pensamiento. Se distingue a las personas que padecen este síndrome porque siempre dicen la verdad, cuando piensan algo lo verbalizan con mayor o menor habilidad y tratan de convencer en vez de embaucar y lo hacen porque quieren creer que los demás les van a ver a ellos como ellos ven a los demás si van con medias tintas.

Esta clarividencia lingüística (parafraseando a Orwell, Sindclalin) y simplicidad mental pasa por inteligencia pero no es positiva, crea mucho malestar en quien lo padece, porque además suele ir acompañado de memoria, y aunque trata de olvidar esos momentos de lucidez dramática que le recuerdan la falsedad de la que se envuelve cada día, de pronto vuelve toda la película. 

Es buscada por los gabinetes políticos porque son los que leen el otro resultado de la publicidad, pueden empatizar y colocarse en el resultado de las propuestas a corto plazo, pero hay profesiones en la que es inútil y contribuye a entorpecer el avance o la proyección profesional. 

Cuando dos personas con esta 'cualidad' se encuentran que tiemble el mundo porque no hay nada que de más fuerza que pasar de ser el raro a ser el divergente.

Si no habéis visto la trilogía, este puede ser un buen día Divergente, Insurgente y Leal, palomitas, refresco y mucho hygge.

Dejadme opiniones. 

viernes, 5 de mayo de 2017

Pues yo sí.

Hay comentarios que aparecen fortuitamente y somos tan ególatras que creemos que nos los han hecho a nosotros, además presuponemos en los demás tanta mala leche como la que cada uno tiene. El resultado se convierte en una necesidad de justificarnos. 

No, querid@, no. No es que dedique al crecimiento personal el tiempo que corresponde a mi trabajo o a mi familia. Tampoco tengo ayuda externa en casa, con lo cual mi hygge me lo limpio y ordeno yo solita, con la ayuda incondicional de mis decoradores personales (¿Habéis oido lo de en mi casa no hay desorden sino que los decoradores son mis hijos? Pues lo suscribo). 

Uno podría pensar que no tengo vida social. Obviamente no del tipo que me obliga a estar en todos sitios, como Dios, soy más de cada uno en su casa y Dios en la de todos. Pero la tengo. Además hay que sacar algo de tiempo para formarse.

No lo hago todo ni pretendo hacerlo de forma perfecta, procrastino, priorizo y repasando la verborrea me he dado cuenta de que puedo decir que son mis Ps. La verdad es que el truco está en ir haciendo, parar cuando apetece parar aunque los platos estén por guardar, tomarte la taza de... con prisa o despacio pero tomártela y hacer dos cosas todos los días en algún momento, revisar o parar para ver qué has hecho nuevo, o qué te ha generado satisfaccion o felicidad-el día habrá merecido la pena- y hacer que alguien de tu entorno vea eso mismo en su día. Aprender y enseñar, que a limpiar todo es empezar. Feliz hygge.