lunes, 29 de octubre de 2018

Se avecinan cambios



Cambio de hora, cambio de armario, cambio de rutinas, cambio de reloj biológico,  internos y externos que van dejando claro que salir de la zona de confort no es una decisión propia. La vida nos obliga continuamente.

Una influencer reflexionaba sobre este subidón de dejar atrás las ramas conocidas y buscar nuevos horizontes, aunque lo suyo son las cremas y el maquillaje. 

Hemos dicho lo importante que es tener un ambiente ordenado para poder sentirse hyggelig. Así que he decidido que este sea mi hygge-weekend y he hecho acopio del matriz de Eisenhower, de la de Lucía Terol, La magia del orden y manos a la obra.

Tengo que reconocer que llevo un año entrenándome, y he practicado técnicas de desapego  de dejar ir, así que si no lo necesito y no me hace feliz tiene el número uno en desaparecer. Si lo necesito pero no me hace feliz lo pongo en mi lista de sustituir. Si me hace feliz pero no lo necesito pienso en por qué  me hace feliz y escribo un post sobre el sentimiento y dejo ir el objeto. Solo me quedo con lo que me hace feliz y necesito y cada vez eso me cabe más en el corazón y ocupa menos en mi armario. Ya no me da tanto miedo el futuro, es el presente lo que hay que temer, sobre todo cuando más tranquilo estas, pero de nada sirve dar saltos antes de cruzar precipicios - te cansas pensando en los "cuando... " por lo que lo primero que ha salido hoy del armario han sido los por-si-acaso. 

Y esta vez el cambio ha sido en media hora, con cajones limpios y kondo-organizados. Así que cafe con galletas y todavía me queda la tarde para seguir simplificando. 

Es cierto que al simplificar externamente vamos simplificando internamente. Adquirimos conciencia  de lo que tenemos, y del esfuerzo que nos cuesta tener y de que nuestra identidad se ahoga entre ambas. 


Cuando te dejas llevar la corriente te lleva a la desembocadura, los caminos hacia las salidas y en la inmensidad no somos más que un suspiro.

Este suspiro va a seguir poniendo orden en los cajones de los demás pero sin tanto éxito. Es bueno poner los pies  en tierra y comprobar que los demás pueden vivir en el caos tan ricamente. 

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