martes, 7 de julio de 2020

Esencias de hygge.



Te levantas por la mañana con el inconfundible olor a café. La ducha deja en tu piel olor a jabón hecho en casa. Un poco de la colonia que dice que has estado ahí, pero que no molesta. Sales de casa y huele a tierra húmeda y a hojas.
 
Luego te metes en el coche y todo deja de ser hygge. En el trabajo huele a desinfectante o a humanidad.
 
Vuelves a casa y huele a aire limpio. Entras y empiezas a preparar el guiso de 'casa' que por fin sabe como el que hacía tu madre. El vino tiene matices frutales o de roble viejo. La fruta derrama en el paladar aromas frescos y llenos de vitamina C.
 
De nuevo en la vorágine de la ciudad el mejor supermercado de la ciudad huele fatal, la ciudad se llena de humo y de personas caminando por el cinturón de la ciudad para desoxigenar los pulmones en pro del colesterol o el azúcar...
 
De nuevo en casa, chocolate caliente, leña quemada en la chimenea, aroma de colonia infantil sobre las almohadas. Cabecitas húmedas que huelen a jabón.
 
Un 30% de la población padece de anosmia, incapacidad total o parcial de percibir los olores. Creemos que no tiene importancia pero a parte de impedir el total disfrute de lo que nos rodea y de lo que comemos, además pone a quien lo padece en situaciones de peligro al no poder percibir una fuga de gas, o humo.
 
Recordemos que sentir confianza es uno de los aspectos que ayudan a generar felicidad, así que igual que damos importancia a la investigación contra la ceguera o la sordera, o se investiga para sustituir partes del cuerpo, pensemos en qué podemos hacer para que alguien investigue sobre este sentido tan 'esencial'.

No hay comentarios:

Publicar un comentario