sábado, 3 de marzo de 2018

Cuencos tibetanos y otras vibraciones

Las vibraciones emitidas por un cuenco tibetano,  según la nota que emite,  actúa sobre una parte del organismo. El de la foto está afinado en mi.
Las frecuencias que se producen genera ondas si se pone algún líquido en su interior,  se ioniza.
No soy muy aficionada a la música, soy más de palabra pero reconozco que el sonido del cuenco alinea mis chakras. 
El equilibrio es muy importante para sentirse hygge, y es muy difícil equilibrarse en medio de una sociedad donde prima más el tener que el ser.
El tener provoca envidia en quien no tiene y avidez de más en quien tiene... o mejor dicho, en quien cree que tiene.. Porque tener, lo que se dice tener, no tenemos nada, todo es pura Feria de Vanidades. 
El ser es lo que está mientras existimos, y lo que queda cuando nos vamos. 
El equilibrio del ser y el "serse" es propio e intransferible y no es envidiable ni se puede ser más que lo que se es.
Es muy tarde, encendemos una luz, hacemos vibrar el cuenco y 'somos' hygge un rato. Olvidamos lo dicho, lo oído y lo visto y nos centramos en respirar y en ser.

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