domingo, 6 de mayo de 2018

Ser una madre hygge.

En este post voy a guiarme por algunos consejos de cómo ahorrar aunque tengas pocos recursos. Ser madre exige una cantidad de energía mayor a menos recursos y mucho mayor cuando además hay circunstancias extraordinarias como familias monoparentales, numerosas, con algún hándicap...

Lo primero que recomiendan los inversores financieros en el tema del ahorro es que sea lo que sea lo que decidas ahorrar, que te pagues a tí misma primero. Eso quiere decir que te reserves un tiempo que deberás defender con uñas y dientes, y que no deberías robar al sueño, para hacer lo que realmente te hace sentir hygge, escribir, leer, disfrutar de una taza de café, un baño, salir con las amigas...Sola o en compañía pero destinadas a crecer como persona, para luego darle a tus hijos lo mejor de tí. Nada peor que estar quejándose siempre de lo que todos sabemos.

Luego hay que dedicar un  diez por ciento del tiempo a formación, y una madre necesita formación porque a menos que cuente con ayuda se va a convertir en cocinera, enfermera, monitora de tiempo libre GPS, maestra, consejera, relaciones públicas...a parte de conciliadora con el trabajo. -Yo preferiría hablar de conciliación laboral más que familiar, porque parece que esta última se quede detrás.

Hay que separar un 5 por ciento para dar, para hacer por los demás, tiempo que regalaremos a aquellos que nos dan apoyo, abuelos y otros soportes vitales sin los que esto no funcionaría. También hay un diez por ciento en inversiones-ratos a solas con alguno de ellos para estrechar lazos. Si solo tienes uno podrás decidir si incluyes más visitas a amigos para su socialización.

Los gastos corrientes se llevan la mayor parte, a veces la totalidad-una cosa es lo que debería ser y otra lo que es en realidad- si sólo son tus hijos, ellos acumularán más capital, si tienes pareja debería repartirse porque ellos también reciben-o deberían- parte de la inversión de la otra parte. Si no fuera pariente de las criaturas ni quisiera serlo, tal vez deberías plantearte otras cosas porque alguien no va ha recibir todo lo que necesita o va a tener que tirar de otros apartados y eso a la larga no será muy hygge. 

Pero no te apures, aunque lo des todo y al final del año tus bolsillos estén vacíos y con agujeros tu corazón rebosará de emociones-no nos engañemos, de todo tipo- pero emociones. La vida es un camino, no una carrera, camina, respira y disfruta...y recuerda que nunca serán lo suficientemente mayores para dejar de necesitarte en el momento menos oportuno. 

No olvides prepararte una velada aunque nadie se acuerde de que es 'ese' día  y besos hygge a todas las madres y a muchos padres que hacen de madres todos los días.

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