REFLEXIONAMOS quinto paso.

Experimentar que podemos reflexionar es una experiencia conmovedora o, sería mejor decir, conmocionadora. No deja indiferente. Parar para comenzar a caminar con calma, siendo conscientes, respirando, aprendiendo a distinguir entre reflexión y preocupación. Decidiendo que poner o quitar en nuestra vida.

Creo que ese es el momento en que te das cuenta de que a tu alrededor hay demasiado ruido. No es solo ruido de coches, de gente, de aparatos... Hay ruido visual, caos y desorden. De pronto te haces consciente de la cantidad de cosas que acumulas, totalmente inútiles. Y entras en una experiencia mística con el minimalismo y ves que analizando lo que te rodea, solo unas pocas cosas te hacen feliz.
Lo demás son por si acaso, me da lástima tirarlo, ofenderé a alguien si me deshago de esto o aquello. El apego a lo material es como una mochila que se llena de infelicidades que no nos permiten disfrutar de lo que verdadeamente nos hace sentir bien, satisfechos. 

Así que hay que reflexionar sobre qué método nos va a ir bien. Marie Kondo aconseja todo de una, pero ella ha ido poco a poco hasta concluir la mejor fórmula. No sirve para todos. A mi, personalmente me creaba mucha ansiedad tirar. Me agotaba. Así que el método todo de una no me va. Prefiero revisar y tirar cada vez de un cajón y luego, cuando se va vaciando, reacomodar. Entonces es cuando el método de doblar de MK va bien, pero reflexionas y ves qué es mejor, porque tú eres tú.

Poco a poco vamos dejando fluir el chi y limpiando de ruido visual nuestro entorno para una hygge experiencia. Busca tu organización externa antes de emprender un orden más profundo.