sábado, 13 de abril de 2019

Urbanitas y habitantes de la sabana en convivencia.

Muchos han empezado sus vacaciones de pascua, otros tendremos que esperar un poco más, pero se hace necesario un alto en el camino.

Antes de las vacaciones nos dejamos llevar por las tensiones acumuladas y dejamos ver a que grupo humano pertenecemos. Es como si se nos rasgara el velo y dejásemos nuestro ente real expuesto. 

Aparecen los urbanitas y los habitantes de la sabana, o lo que es lo mismo, aquellos que solo piensan en su propio beneficio, que olvidan de pronto sus principios - no los morales- sino cusndo necesitaron del apoyo de los demás. Luego esán los demás, los habitantes de la sabana, los que se preocupan del bien común, del bienestar de la tribu. Los que recuerdan lo difícil que es encender el fuego del entusiasmo, mantener viva la ilusión, crear puentes de comunicación, abrir caminos seguros de bienestar. 

El urbanita sueña con Nueva York, compras, seguridad y yoísmos. El habitante de la sabana con ciudades que se desarrollan de forma sostenible, huertos urbanos, paseos en bici y abrazar un árbol. 

El urbanita quiere acabar su trabajo para volver a su cubículo protector mientras los "demás" quieren llevar el hogar al lugar de trabajo, humanizarlo y, si es posible, sacarlo al espacio natural. 

Y tú ¿de qué especie eres? Seas de la que seas, prepárate para las hygge vacaciones que te hagan sentir mejor. 

Tal vez quieras leer, ahora que tienes tiempo, sobre la teoria de la sabana y su secuela

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