Hacía tiempo que no hacía un post de visitas, pero hace falta tiempo para extraer el recuerdo y seleccionar aquello que nos conmueve.
Visitar el restaurante Cathedral en Dublin, con sus lápidas conmemorativas y probar el estofado irlandés fue un plus. Pero eso está hasta en las guías. Lo que no está en las guías es coger el tram en Trinity College y perderse en el extrarradio.
Pero lo mejor fue la bienvenida que nos dio la ciudad. El Darkey Kelly 's, la Guiness, el' fish and chips' compartido sobre un barril con la música de fondo en un abarrotado Irish pub. Y al salir esta conmovedora y sórdida historia que viene a decir:

Nunca me había planteado una lista de Todoes pero, imitando a una bloguer que hace bullet journal, lo hice y de una cayeron cuatro, comida, bebida, música y anécdota.
Y ahora, montando el album con un té y los calcetines, nos preparamos para el otoño, que se negaba a llegar.
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