lunes, 4 de enero de 2021

La lavadora y la relatividad.


Hace algún tiempo reflexionábamos sobre los calcetines perdidos en un agujero con vórtice en la lavadora. Ahora se conjura el tiempo. Supongo que alguna lavadora será exacta, pero la mía se toma su tiempo y supongo que lo que te da es una aproximación temporal, que pese a ser alemana, no hace honor a su origen. Yo creo que si pusiera un rato o un rato largo sería más exacto. En cuanto al último minuto, dura entre medio e infinito. El tiempo de la lavadora es relativo como relativo es el luego de un adolescente o unos días cuando pides algo en cierto comercio online. 

Pero si hace un trabajo que hacíamos las mujeres y ya no tenemos que hacer y a ella se suman el lavavajillas y la aspiradora, ¿Cómo vas a exigirle tiempos exactos si no tienes que pagarles nómina? Pero no queda aquí la reflexión. A alguien se le ha ocurrido medir el tiempo que un maestro pasa en el colegio, mientras en  Europa evitan que el profesorado pase más tiempo del que tiene de presencial en el centro. (Seguimos siendo el norte de África) De igual modo no se contabilizan las correcciones, ni las evaluaciones, ni la preparación de las programaciones... Si haces latas de tomates, fichas y listo. Pero cualquier profesión que tiene como centro el ser humano o aquellas que son creativas, requieren un tiempo relativo.  No me olvido de los emprendedores, ahí los días no tienen horas, son las horas las que tienen días. 

Me siento como cualquiera de los animales de esa viñeta que pretende examinarlos a todos por la misma capacidad, la de subir al árbol. Está claro que solo el examinador es mono.

Menos mal que mi lavadora no es juzgada por un mono y yo no voy a controlar el tiempo. ¿Tengo la ropa limpia? Soy feliz.

Así que otro tronco a la chimenea y otro té calentito mientras el lavavajillas limpia los platos de la comida. Solo nos falta una máquina que empareje los calcetines. 🧐

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