lunes, 9 de octubre de 2023

Mi hygge.

Siempre he pensado que si lo que hago sirve, aunque solo sea para una persona, merece la pena. Y debería merecer la pena aunque solo fuera por mí. Y es que vivimos tanto para y por los demás que cuando te vas quedando sola te das cuenta de que Mi también es importante en la melodía.

Aunque el momento es trágico para entonar cantos egocéntricos con guerras, pandemias, calentamiento global y las fuerzas de la naturaleza sacudiendo nuestro epicentro. 

¿Dónde queda la manta, los calcetines, la chimenea, el sofá y el tazón? En Dinamarca espero, porque en el Mediterráneo buscamos todavía el fresco de una terraza.  Y poco hay de cozy aunque como hacen los daneses, cuando sale el sol, hay que buscar una hamaca y a disfrutar. Así que mañana pondré mi hamaca al sol y disfrutaré del otro hygge sin proyectarme y prometo no pensar  en el frío.  Seguro que ya llegará.

Mientras, volvemos a buscar la técnica de organización perfecta, los nuevos paradigmas educativos, la mejor taza y el proyecto más zen, sin olvidarnos de quejarnos y exigir el derecho a la pataleta.                

Así que me quedo por aquí ensiMIsmada, conMIgo MIsma hasta que reponga Mi hygge para todos desde La Barcaccia del Alghero..


                                                                                                                                  

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