miércoles, 11 de enero de 2017

Las comparaciones son odiosas

¿Te podrías imaginar que hubiese un Ministerio de la Felicidad? Dinamarca se acerca. He alucinado cuando  he sabido de la existencia de un  instituto para la Búsqueda de la Felicidad de Copenhague,  dirigido por Meik Wiking.

 Es extremadamente cierto que el dinero no da la felicidad, pero ayuda a conseguirla. Lo que no ayuda es ver que aunque tu ganes algo más de lo necesario el otro gana más que tú. Comparar y no salir beneficiado es causa de infelicidad. Por otra parte, las redes sociales donde se muestran los viaje, éxitos y momentos happy de la gente tampoco contribuye mucho ha mejorar cómo nos sentimos. Y eso que no tienen ni corrupción política, paro o dificultad para conciliar la vida familiar y laboral, lo que da fundamento al tan manoseado "Spain is different", porque esto no influye en nuestra felicidad.

Llegados a este punto, y a pesar de la capacidad del danés medio de confeccionar su hygge día a día, existe un elevado número de suicidios, ¿Por qué? Wiking dice que la necesidad de ser felices y no poder conseguir ser tan feliz como los demás, ejerce una presión insoportable. Así que podemos concluir diciendo que la confianza da la felicidad pero la comparación no.



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