jueves, 9 de febrero de 2017

Días torcidos y días retorcidos

Los días torcidos son aquellos en que acabas con tu trabajo pero no de la forma en que habías proyectado y además suele aparecer otro que nadie había previsto. Los retorcidos son en los que la ley de Murphy oscila peligrosamente mientras juegas al Twister tapando agujeros  y sabiendo que al próximo ya no llegas aunque seas el hombre araña.

Pero aunque parece que los hados se han confabulado para que la presión no me deje continuar escribiendo los posts diarios, hoy me he rebelado, bueno fue ayer, pero empecé poniendo los cimientos y no quedó tiempo.

No voy a perder el tiempo explicando circunstancias, sino que voy a ir  al aprendizaje. Hay que establecer prioridades, y si siempre has puesto a los demás por delante, no puedes cambiar el orden cuando hay emergencias, ni aunque los decálogos de felicidad te insistan en que tienes que cuidar primero de ti. No es el momento o eso te creará mucha ansiedad.

No agobiarse, vivir con menos es posible. No creer que porque nos hemos acostumbrado a vivir con todas nuestras necesidades cubiertas, no podemos prescindir de ellas. Por poner un ejemplo, cuando tienes un consumo energético ilimitado, es fácil dejarse llevar por la comodidad. Cuando te obligan a reducir, priorizas, pruebas y descubres que una vida más ordenada y un uso más consciente es mejor, y que hay alternativa. Cuando vas a un apartamento de playa puedes vivir sin la olla a presión y sin lavavajillas. Cuando te vas a vivir a  un sitio con espacio de almacenamiento limitado puedes reducir el armario y te das cuenta de que la mitad o más ni te la pones ni la necesitas.

Recuperar las rutinas tan pronto podamos, después de un periodo de crisis. La rutina hay que romperla de vez en cuando, pero su existencia genera seguridad y confianza. Pasada la crisis hay que retomarla. Reiniciar una actividad de ocio que hemos suspendido temporalmente nos ayuda a ver las cosas desde otra perspectiva, libera endorfinas y la sensación de felicidad aumenta al sentir como se recupera parcialmente el equilibrio.

Si observáis volvemos a los principios de hygge. Pensaba que todo iba mal pero estaba distraída. Al prestar atención la teoría se ha materializado en simplicidad, disfrutar de las pequeñas cosas, envolverse de familia y que le den hygge a los problemas. (¿A quedado un poco hard? Pero funciona).

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