sábado, 4 de marzo de 2017

La insoportable levedad del 'wasap'

Hubo una vez un tiempo en que te pedían el teléfono y sólo les dabas el número, y cuando te casabas te hacías tarjetas con el número de tu nueva vivienda. Si te ibas de vacaciones eras tú el que llamaba y si querías estar ilocalizable, pues no llamabas. Si era urgentísimo, te buscaba la policía. 

Luego llegó la portabilidad. Para no gastar hacías perdidas, pero quedabas desde el fijo, y nunca había suficiente cobertura. Era relativamente fácil seguir ilocalizable.

El problema llegó con wasap... Ha salido porque ya no está el reloj, no le llega porque solo hay un signo, ¿Dónde estará que no tiene cobertura?¿O será que me ha bloqueado?. Le ha entrado porque hay 2 signos. ¿por qué no contesta? Seguro que lo ha visto por el notificador y me está ignorando... ahora le llamo. 
Te suena, y el problema es que tu acabas de trabajar a las 3 pero te están entrando mensajes del trabajo hasta las tantas. Tú que no quieres que se les olvide que mañana no estás envías uno a media noche. Te llevas el trabajo a casa y sigues enviando wasaps a los clientes. ¿Has experimentado una caída de wasap? Avisad los que no váis a venir. Mensaje de voz: Que como lo que tengo que decir es muy largo, mañana recordad... Ese día que te quedas sin batería y a las siete de la mañana te encuentras con dos wasaps de: Tengo algo que contarte... Hoy no estoy disponible.

El wasap se ha convertido en la respuesta inmediata a nuestras angustias pero en el generador de inumerables tormentos. Creo que, con urgencia, la nueva asignatura se debería llamar: Cómo usar wasap y no morir en el intento, o no matar en el intento; Cómo no usar wasap; Educación cívica para wasap,  En los nuevos contratos deberá figurar: Jornada laboral de 8 a 3 y wasap hasta las 5. 

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