sábado, 1 de julio de 2017

Tofu con albahaca. El aperitivo hygge.


Desde hace un año  Consum ha ido incorporando productos que suponemos dan respuesta a un nuevo consumidor que busca su salud a través de lo que come, y que sin ser estrictamente vegano, va buscando alimentos con menos proteina animal, más ecológico y poco a poco más sostenible. 

Primero fueron productos para celíacos y diabéticos, pero la revolución llegó con el tofu y una variedad de setas con las que poder elaborar platos saludables. 

Luego llegó el rincón eco, hace apenas dos meses, y hace poco las plantas aromáticas. Este es el rincón más hygge, porque ahora que las velas, aunque sean de citronela, transmiten mucha calor, las plantas en la decoración son muy frescas y ayudan a crear un ambiente relajado.

Sobre el tofu hay muchas opiniones. Para una compañera  de trabajo está horrible y sabe rancio. Pero es que comerlo tal cual no es lo más recomendable y menos cuando nuestra cultura occidental nos hace asociar lo blanco con los lácteos. La propuesta del menú es coger la mitad de un paquete de tofu y  triturarla con albahaca fresca, que ahora tenemos en la pérgola. Añadimos aceite de oliva virgen extra- de cosecha propia- sal rosa del himalaya, comino y jenjibre si no os disgusta el punto acre del tofu, porque lo realza. Yo lo prefiero sólo con albahaca, aceite y sal. Emplatamos individualmente con unos trocitos de pan tostado-elegimos con arándanos. 

La albahaca tiene detractores y defensores, pero yo voy a utilizar la tradición. Nada que se tome en cantidades abundantes es bueno por muy bueno que sea. Las abuelas decían, haz una novena... y si vemos la medicina química aplica la misma norma. Si tomáis infusiones para depurar el hígado o los riñones, una novena y descansamos, y si comemos calanchoe, albahaca, o cualquier otra planta milagrosa...o no... o en poca cantidad y no más de nueve días seguidos, o en el caso de este paté, una vez por semana.

Hay otro tema que preocupa a los que llevamos una vida hygge. El ser respetuoso con el entorno implica el aprovechamiento del producto que hemos adquirido. Aquí es donde entra el plato que no será del menú pero que os animo a provar. Cortáis el resto del tofu en láminas de medio cenímetro y las doráis con aceite y curcuma. Se aparta y podéis caramelizar cebolla o freir un poco de sitaque, o un variado de setas o las dos cosas si os guntan los sabores fuertes. Un poco de perejil, sal pimentar y dejadlo reposar para que el tofu se impregne de los sabores.  Pero sobre todo, lo más importante es cocinar sin prisas,. El programa de televisión imprime a sus concursantes un estrés que se transmite a los alimentos, pero los Master cocinan con calma, orden y mucho amor. Hyggechef  ¿Vale!





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