domingo, 18 de marzo de 2018

La esperanza es lo último que quedó en la caja de Pandora.

Cuenta la leyenda que cuando se abrió el ánfora de Pandora -que no caja- salieron todos los males pero Pandora la cerró antes de que saliera la esperanza, de ahí que se diga que la esperanza es lo último que se pierde. Y si lo dejas en este punto uno piensa que la esperanza es hasta buena, hasta que a uno le da por pensar por qué estaba en el ánfora de los males y no en el de los bienes.

La esperanza invita a la inactividad, a dejar pasar el tiempo mientras los problemas se solucionan solos. Podríamos considerarlo el mejor de los males porque no salió a que le diera el aire, y es lo que pasa cuando alguien te dice 'ten esperanza'. Deberían decir, 'lucha', 'confía en la providencia' En la providencia creyeron San Francisco,  la madre Teresa y Vicente Ferrer. Ellos no esperaron, confiaron y siguieron adelante luchando con lo poco que tenían y no por ellos, sino para ayudar a los demás. 

Así que no vayamos por el mundo abriendo cajas de Pandora para luego decir, hay que tener esperanza, y la próxima vez que queramos dar ánimos que sean del estilo, te ayudaré a cerrar la caja, lucharemos y confiaremos en el poder de la atracción, o la providencia o ese conjunto de energía que se confabula para ayudarnos a seguir hacia adelante y conquistar nuestras metas.

Nunca te quedes cómodo, sal de tu zona de confort y mucho hygge, cuando la jornada acabe manta, taza de café, calcetines de lana frente a la chimenea y mucho amor.





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