La felicidad en las cosas grandes.

Hoy me ha dado por preguntarme por qué hay que buscar la felicidad en las cosas pequeñas. Ahora que pienso... Lo cierto es que ayer me preguntaba hasta qué punto el método Marie Kondo tenía sentido en una sociedad occidental.

Hay corrientes de pensamiento que nos involucran a todos y nos arrastran, pero ya me conocéis, siempre tiene que haber un espacio para la reflexión y para replantearse si las decisiones que hasta el momento nos eran válidas, van a seguir siéndolo de ahora en adelante.

Cuando siempre has querido tener un Mac o un IPhone, por una cuestión de estatus o simplemente porque sí, aunque hay otras ofertas en el mercado que dan más por menos...te planteas, que si ese plus te va a dar la felicidad y te lo puedes permitir ¿Por qué no correr el riesgo?

Hablábamos, cuando analizábamos el hygge, de lo importante que era no generar envidia en los demás. Pero ¿es lícito dejar de realizar el viaje de nuestros sueños por no generar suspicacias?

 Lo de que la felicidad está en las cosas pequeñas está sobrevalorado. La felicidad está y punto y la puedes encontrar a través de tu actitud personal o por medio del disfrute de lo que nos rodea, sea grande como la sombra de un árbol centenario o pequeña como el aroma de una flor....  Porque ¿en qué categoría está el beso de tu hijo?