lunes, 23 de julio de 2018

Kaizen. Poco a poco.

Hoy he descubierto, en el universo japonés, una palabra nueva, kaizen.

Se identifica en nuestro entorno  con la mejora continuada, que para los que estáis inmersos en un plan de mejora o calidad, os debe sonar bastante.

Pero no se trata de recopilaciones de propuestas de mejora interminables, más bien es una reflexión sobre qué podemos hacer para mejorar, pero solo un paso, y si puede ser medio mejor.

El objetivo es ir siempre hacia delante y si caminamos escalando o a zancadas  podemos caernos o tropezar, lo que nos llevaría a retroceder o a detenernos, esto, bajo presión, podría ser desastroso. De producirse repetición del tropiezo, sería desmotivador, llevando al abandono. Si os fijáis esto sirve igual para montar un negocio, para avanzar en los estudios o para adquirir hábitos saludables, como hacer deporte. Si dices voy a estudiar todos los días una hora de japonés y un día no lo cumples puede que al  siguiente vayas procrastinando. De lo contrario, si fijas un solo día, puedes ir haciendo más.

Si los pasos son pequeños es más difícil caer, y de tropezar el espacio perdido es menor. Incluso la acumulación de tropiezos minúsculos no sería desmotivador.

Así el kaizen se convierte en un complemento del hygge en la medida en que los pequeños pasos para conseguir nuestro objetivo o los pequeños pasos para mejorar nuestros hábitos, generan bienestar y en modo alguno envidia. Nadie se fija en la gente que avanza paseando y sí en los que corren o escalan.

Me propongo anotar en la agenda lo que he hecho cada día, por la noche porque por la mañana no funciona, pero puede que el recopilatorio sea de 2 noches, no importa, ya os cuento mi kaizen particular.

Muchos estáis de vacaciones, es el momento de revisar objetivos conseguidos y a conseguir, si estáis en sintonía con vuestro ikigai, si habéis marikondizado vuestros armarios, simplificado vuestros haves  y si no kaizen.



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