lunes, 10 de diciembre de 2018

La tercera hygge estrella de la Navidad: LA NOSTALGIA

Nos ha invadido el minimalismo nórdico, los muebles de líneas básicas, y parece que lo propio se difumina, aunque la condesa se pregunte alarmada quién se ha atrevido a meter un mueble Ikea  entre sus antigüedades. Tampoco se consigue un ambiente  hygge comprando artículos de una revista, tal vez tiene que ver más con la experiencia directa,tocar, oler, sentir...

Si un ambiente minimalista convierte tu casa en el lugar ordenado o remanso de paz que te interesa, adelante. Pero además no debe faltar esa vela que compraste porque era particularmente bonita y te recordaba las que compraba tu tía, o porque olía a canela como el pan de jengibre.

Puede que no te apetezca convertir tu casa en un museo, pero no por ello dejar de tomarte un café en una taza de tu abuela, de esas con el borde dorado. Puedes camuflar un mueble IKEA en un palacio del dieciocho y un arcón en tu sofisticado duplex que al abrirlo guarde el aroma de ropa limpia de casa de tus padres.

Cuando te propones limpiar un armario, debes deshacerte de los 'por si acaso' porque demuestra poca confianza en el futuro. Sin embargo, la nostalgia está por encima del 'por si acaso' cuando decidimos si algo se va o se queda.

Me he preguntado que cosas me producen nostalgia. El fuego de casa de mis abuelos, tenía un hueco donde cabías de pie, con una alacena al lado para las galletas y el licor, una mesita para sentarse cerca, donde siempre había algo para las visitas. Los caramelos que se adivinaban encima de la cómoda de mi abuela, porque no llegábamos a verlos. La Navidad sin adornos, pero con todos en torno a la gran mesa de comedor, y  mis tías entrando y saliendo de la cocina. O el belén que montaba mi tía en casa de mis otros abuelos.

Sea como sea, la nostalgia es hygge y no se compra en las tiendas. Para los daneses tiene forma de grød y sabe a gachas dulces y calientes. A mi me sabe a 'puxero' de Navidad, a embutidos caseros, a galletas de canela o barquillos con chocolate, a risas y a silencios.... Y ¿A tí?


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