lunes, 28 de octubre de 2019

Té oolong

Este té está entre el verde y el negro, dándole el proceso de oxidación su característico tono azulado. Es el más común en los restaurantes de china y bastante desconocido, hasta que te encuentras con él y te aficionas. Es amargo en boca pero luego deja un gusto dulce muy agradable.

Pero lo que lo convierte en mi favorito son las propiedades. El poder antioxidante mejora el sistema inmunitario. Regula el azúcar y el colesterol. Mejora la función respiratoria. Reduce la presión arterial y es un gran preventivo contra el cáncer.

Y no viene nada de China sin su correspondiente  leyenda. Un trabajador estaba esparciendo las hojas de té para secarlas cuando una serpiente venenosa lo amenazó. Salió huyendo aterrorizado dejando el trabajo a medio hacer. Temeroso de la reacción de su jefe volvió a ver que había pasado con su trabajo a medio hacer y comprobó, no sin cierto pesar, que las hojas cubiertas a medias habían retenido humedad y cierto tono entre verde y negro no muy bueno. De todos es sabido que el azul en los alimentos no es muy común. Sin embargo, se llevó hojas a casa y las probó. Realmente la mezcla no era nada conocido pero resultaba agradable, y como él debieron opinar otros, que acabaron convirtiéndolo en el té del dragón negro. 

Es tarde, hace frío, la chimenea está encendida y un humeante te azul me espera. ¡Qué hygge! El otoño me encanta. 

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